Dicen que un traguito al año no hace daño, sin embargo para el Sombrerón cualquier borrachito es una víctima potencial. Muchas personas con tragos en su cabeza han señalado que sienten un frío intenso y luego una carcajada que más que risa produce mucho temor. Más de uno ha curado su borrachera de un momento a otro simplemente con ver al sombrerón. Muchos hombres suelen frecuentar a las prostitutas en medio de trago y lascivia, esas son las víctimas favoritas del ‘sombrerón’. Este aterrador espectro se esconde bajo un misterioso sombrero que esconde un ser monstruoso dispuesto a asustar a cuanto ebrio encuentre a su paso. Su hora preferida es la noche, amparado por la oscuridad y la luna como testigo de su aterradora tarea.
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