Cuentan los relatos que en la falda del cerro vivía una señora muy rica llamada Doña Francisca que vestía una túnica de pies a cabeza y era acompañada por seres diminutos con vestimentas de campesinos.
Doña Francisca era también conocida como Mamapacha. Cuando llegaban las fuertes sequías enviaba a los mohanes al pueblo cuando caía la noche para que raptaran a la doncella más bella.
A la inocente mujer la llevaban al cerro y allí la sacrificaban como ofrenda a los dioses. La sangre que derramaba esa mujer generaba una fuente manantial y según la leyenda así nacieron la Laguna del Mundo Nuevo y las quebradas de La Colorada y Quigua.
Cabe recordar que esos dos afluentes alimentan el acueducto de Garagoa. El mito de la Mamapacha es uno de los más antiguos de Boyacá y muchos viajan hasta el famoso Cerro con la curiosidad de indagar más sobre este tema.




