El reciente descubrimiento del cometa 3I/Atlas ha despertado gran interés en la comunidad científica, al confirmarse que proviene de fuera de nuestro sistema solar. Se trata del tercer objeto interestelar detectado por la humanidad, después de ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
El cometa fue observado por primera vez a comienzos de 2025 por el sistema de rastreo ATLAS en Hawái. Su trayectoria hiperbólica demuestra que no está ligado gravitacionalmente al Sol, lo que confirma su origen interestelar. A diferencia de los anteriores objetos, 3I/Atlas muestra una brillante coma verdosa y una cola activa, lo que indica una composición rica en hielo y gases volátiles.
Los astrónomos destacan que su estudio ofrece una oportunidad única para analizar los materiales primordiales de otros sistemas estelares. Las observaciones iniciales sugieren que el cometa contiene elementos similares a los del sistema solar, aunque con proporciones diferentes, lo que podría aportar pistas sobre cómo se formaron los planetas en distintas regiones de la galaxia.
3I/Atlas continuará visible durante varios meses antes de abandonar el sistema solar, dejando tras de sí nuevos datos y un recordatorio de que el cosmos está lleno de viajeros que cruzan silenciosamente entre las estrellas.
El reciente descubrimiento del cometa 3I/Atlas ha despertado gran interés en la comunidad científica, al confirmarse que proviene de fuera de nuestro sistema solar. Se trata del tercer objeto interestelar detectado por la humanidad, después de ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
El cometa fue observado por primera vez a comienzos de 2025 por el sistema de rastreo ATLAS en Hawái. Su trayectoria hiperbólica demuestra que no está ligado gravitacionalmente al Sol, lo que confirma su origen interestelar. A diferencia de los anteriores objetos, 3I/Atlas muestra una brillante coma verdosa y una cola activa, lo que indica una composición rica en hielo y gases volátiles.
Los astrónomos destacan que su estudio ofrece una oportunidad única para analizar los materiales primordiales de otros sistemas estelares. Las observaciones iniciales sugieren que el cometa contiene elementos similares a los del sistema solar, aunque con proporciones diferentes, lo que podría aportar pistas sobre cómo se formaron los planetas en distintas regiones de la galaxia.
