El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, enfrenta cuestionamientos debido a presuntas irregularidades en un proceso de contratación millonario dentro de su cartera. En las últimas horas, Andrés Idárraga, director de la Secretaría para la Transparencia de la Presidencia, solicitó aplazar hasta el viernes la adjudicación de un contrato valorado en $20.400 millones, originalmente programada para el martes 29 de octubre. Este aplazamiento responde a denuncias de supuestas irregularidades.
Empresas y consorcios interesados en el contrato, destinado a servicios de software para el Ministerio de Salud, han manifestado su preocupación, acusando a la entidad de cambiar los requisitos del proceso de manera repentina. Según los oferentes, estas modificaciones a último minuto comprometen la transparencia y la objetividad en la adjudicación, lo que podría favorecer a ciertos participantes. Un informe revela que el comité evaluador alteró los criterios de calificación, lo que habría influido en la posición de los aspirantes y la equidad del proceso.
La intervención de Idárraga refleja la atención del gobierno nacional sobre el tema, y su carta de petición de aplazamiento, que llegó hasta el presidente Gustavo Petro, deja en claro el interés de revisar a fondo la transparencia del proceso. Sin embargo, algunos de los participantes exigen no solo aplazar la adjudicación, sino también anular el proceso completo y abrir una nueva convocatoria.
Este no es el primer incidente de esta naturaleza en el Ministerio de Salud bajo la dirección de Jaramillo. En julio, una licitación similar fue suspendida tras una intervención de la Procuraduría debido a problemas parecidos. Estas situaciones han despertado dudas sobre la continuidad de Jaramillo en el cargo, pues las quejas sobre desorden en la entidad y la falta de aptitudes en algunos de sus directivos generan creciente incomodidad en el gobierno, que no descarta un relevo en el ministerio.




