El Gran Teatro del Liceo revisará sus procedimientos para autorizar eventos externos tras las quejas por conciertos de Navidad organizados por un promotor privado.
Revisión de los procedimientos tras las quejas del público. El Gran Teatro del Liceo ha anunciado que reforzará el control sobre la calidad de los conciertos organizados por promotores externos en sus instalaciones.
La decisión llega tras las quejas de varios asistentes a eventos celebrados durante la última Navidad, en los que se criticó la falta de estándares artísticos adecuados. En un comunicado, la institución ha asegurado que revisará sus procedimientos para garantizar que todos los espectáculos ajenos a su programación oficial cumplan con los niveles de calidad exigidos por el público y el propio teatro.
Un promotor con trayectoria, pero un resultado cuestionado La polémica se ha centrado en los conciertos organizados por NK Produccions, un promotor privado que alquiló la sala en tres fechas del periodo navideño. Aunque el Liceo ha trabajado con esta empresa en el pasado sin incidentes, en esta ocasión el resultado no ha estado a la altura de las expectativas.
Desde la dirección del teatro se ha lamentado que “no se hayan conseguido los estándares mínimos de calidad” y han subrayado que la responsabilidad de la organización y preparación artística recae exclusivamente en el promotor. No obstante, el Liceo se ha comprometido a canalizar todas las quejas del público directamente hacia NK Produccions.
Medidas para evitar que se repita el problema Para prevenir situaciones similares en el futuro, la institución ha asegurado que en las próximas temporadas se garantizará una mayor supervisión sobre los eventos externos que se celebren en el teatro. Además, han confirmado que las fechas navideñas del próximo año ya están reservadas para otro tipo de programación, lo que impedirá la repetición de este incidente. Con este anuncio, el Liceo busca reforzar su compromiso con la excelencia artística y responder a las preocupaciones de su público, asegurando que el prestigio de la institución no se vea comprometido por actuaciones externas de calidad insuficiente.
