A medida que el 2024 llega a su fin, se confirma que cinco importantes marcas dejarán de operar en Colombia a partir de 2025, en medio de una crisis económica que ha golpeado con fuerza a diversos sectores. Esta situación no solo implica el cierre de varias empresas, sino también una pérdida significativa de empleos y un cambio en la dinámica de sectores clave en la economía nacional.
Entre las marcas más destacadas que al parecer cerrarán sus puertas en Colombia se encuentra Forever 21, la famosa cadena de moda rápida. En julio de 2024, la empresa anunció su bancarrota y retiro del mercado colombiano, sorprendiendo a muchos. A pesar de haber sido una de las marcas más populares en el sector de «fast fashion», la competencia creciente y el cambio de hábitos de consumo llevaron a la marca a no poder sostener su presencia en el país.
Otro de los grandes nombres que dejarán de operar es General Motors (GM), que tras casi 70 años de historia en Colombia, ha decidido cerrar su planta en Colmotores, ubicada en Bogotá. La empresa, que operaba a menos del 10% de su capacidad, anunció en abril de 2024 que suspenderá sus operaciones, lo que afectará a unos 800 empleados. Este cierre representa un duro golpe para la industria automotriz nacional, que pierde a uno de sus actores más relevantes.
A su vez, el sector de retail también experimenta cambios significativos con el retiro de Colchones Paraíso y la liquidación de Belgroup, la empresa propietaria de la cadena de tiendas deportivas Sportlife. Ambas marcas enfrentaron graves problemas financieros que les obligaron a cesar sus actividades, afectando tanto a empleados como a consumidores leales a sus productos.
Además, Supermercados Colsubsidio, una de las cadenas de supermercados más tradicionales del país, dejará de operar a partir del 31 de diciembre de 2024. La decisión de cerrar los 104 puntos de venta fue anunciada por la Caja Colombiana de Subsidio Familiar, que ha estado operando en Colombia durante 63 años. Sin embargo, Colsubsidio mantendrá operaciones en otras áreas como droguerías y servicios de salud, lo que permitirá amortiguar parcialmente el impacto económico para los empleados y la comunidad.
El cierre de estas cinco marcas es solo un reflejo de las dificultades que enfrenta el panorama empresarial colombiano, marcado por la incertidumbre económica, la competencia extranjera, la reestructuración de negocios y el cambio en los patrones de consumo. Las autoridades y los expertos en economía ya advierten sobre las posibles consecuencias de esta crisis, que incluye no solo el cierre de empresas, sino también el aumento del desempleo y la transformación de sectores clave en la economía del país.
El próximo año se presenta como un reto para el empresariado colombiano, que deberá adaptarse a las nuevas condiciones del mercado si quiere sobrevivir a los efectos de esta crisis económica que sigue afectando a empresas de diferentes tamaños y sectores.




