La intervención del Hospital Regional del Líbano continuará durante un año más, según confirmó Nelly Arsuza, actual gerente de la institución, tras asumir el cargo en reemplazo de José Jaime González. Esta decisión responde a la necesidad de estabilizar el centro asistencial, que enfrenta un déficit financiero significativo pese a sus ingresos mensuales de 11,000 millones de pesos, de los cuales solo recauda cerca de 8,000 millones.
Arsuza destacó que, aunque se han logrado avances en la gestión administrativa, la sostenibilidad económica del hospital sigue siendo un desafío. El déficit financiero acumulado, junto con las deudas heredadas y la falta de recursos oportunos, han dificultado la normalización de las operaciones del centro de salud, clave para la atención en la región.
La Contraloría Departamental ha realizado inspecciones en el hospital para evaluar la situación, pero hasta el momento no se han emitido sanciones contra los antiguos gestores responsables de la crisis administrativa y financiera. Este panorama ha generado preocupación en la comunidad, que esperaba una solución más rápida a los problemas del hospital.
Pese a las dificultades, la administración actual asegura que continuará trabajando en estrategias para garantizar el servicio de salud a los habitantes del norte del Tolima mientras se buscan mecanismos que permitan superar el déficit y devolver el control administrativo a la región.




