Después de más de 16 años de angustiosa incertidumbre, la familia de William Arenas finalmente ha encontrado el cierre que tanto anhelaban. En un giro de destino que mezcla dolor y esperanza, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), en colaboración con la Fiscalía General de la Nación, anunció el hallazgo de los restos de William Arenas, quien fue asesinado en hechos relacionados con el conflicto armado en el departamento del Huila en 2008.
La justicia
La trágica historia de William Arenas, cuyo amor y respeto por su familia siempre fueron recordados con cariño, ha tomado un nuevo giro con este descubrimiento. La UBPD intervino el Cementerio Central de Neiva en donde, tras una exhaustiva investigación, se confirmó que los restos de Arenas se encontraban entre las Personas Identificadas ‘No Reclamadas’ en dicho lugar.
El proceso de identificación del hallazgo de los restos fue llevado a cabo por el Instituto de Medicina Legal, mediante cotejos genéticos que permitieron confirmar la identidad de los restos. Una vez completado este proceso crucial, se preparó una emotiva ceremonia de entrega digna en Cimitarra, Santander, donde actualmente residen sus seres queridos.
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Los actos litúrgicos
La ceremonia, que contó con la presencia de profesionales de la Fiscalía, la UBPD y el Enlace de Víctimas de la Alcaldía de Cimitarra fue un tributo conmovedor a la memoria de William. Aura María Díaz, líder de las mujeres buscadoras en la región. Realizó una armonización espiritual para honrar el camino de búsqueda que finalmente llegó a su término.
El hallazgo de los restos de William Arenas representa un momento de cierre y esperanza para su familia. Pero también resalta la persistencia y dedicación de las organizaciones y las autoridades en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación. Este caso nos recuerda la importancia de no olvidar a aquellos que han desaparecido y el compromiso de seguir buscando respuestas y cerrando heridas.
La esperanza
Para la familia del hoy occiso este hallazgo marca el comienzo de un nuevo capítulo en su proceso de duelo y sanación. Aunque el dolor de su pérdida nunca desaparecerá por completo, ahora pueden encontrar algo de paz sabiendo que su ser querido ha sido encontrado.
“Nunca se den por vencidos, así sean los huesos, pero que se los den a uno. Que sepa uno que rescató a su familia”, manifestó uno de sus seres queridos.
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Pie de foto: William arenas, fallecido.
