El gimnasio está lleno de gérmenes, pero la gente sigue entrenando

El gimnasio está lleno de gérmenes, pero la gente sigue entrenando
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Ir al gimnasio puede ser un reto por muchas razones, pero pocas personas consideran un factor oculto: los gérmenes. Un análisis de FitRated examinó 27 equipos de entrenamiento y encontró cifras sorprendentes sobre la cantidad de bacterias en cada superficie. A pesar de ello, los usuarios siguen asistiendo, confiando en que los beneficios del ejercicio pesan más que los riesgos.

Un estudio que revela millones de bacterias

El estudio descubrió que cada pulgada cuadrada de los equipos analizados contenía más de un millón de gérmenes. Los resultados mostraron diferencias llamativas entre máquinas y accesorios.
Las bicicletas estáticas tenían 39 veces más bacterias que una bandeja de cafetería.
Las cintas de correr presentaron niveles aún más altos, con 74 veces más bacterias que un grifo de baño.
Y las pesas libres se llevaron el primer lugar: albergan 362 veces más bacterias que un asiento de inodoro.

Aun así, los gimnasios siguen llenos

Aunque estas cifras pueden parecer alarmantes, los usuarios del gimnasio no se detienen. Para muchos, entrenar sigue siendo una prioridad, y consideran que los riesgos están bajo control. La mayoría sabe que al limpiar el equipo antes y después de usarlo y lavarse las manos con regularidad, el riesgo de enfermar disminuye considerablemente.

La razón: el ejercicio vale la pena

Los expertos señalan que los beneficios del ejercicio, tanto físicos como mentales, superan ampliamente el riesgo de exposición a bacterias comunes. Incluso, algunos estudios sugieren que la exposición regular a ciertos microorganismos podría ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.

Cómo reducir el riesgo sin dejar de entrenar

Adoptar buenos hábitos de higiene es clave. Limpiar las máquinas con las toallas desinfectantes que ofrecen los gimnasios, evitar tocarse la cara durante el entrenamiento y lavarse las manos al terminar son acciones sencillas que marcan una gran diferencia.

El mensaje es claro: los gérmenes están ahí, pero no representan un obstáculo real si se toman precauciones básicas. Para la mayoría, mantenerse activo sigue siendo una decisión saludable que vale completamente la pena.


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