El concejal Juan Camilo Chávez lanzó una fuerte crítica contra la Administración Municipal de Villavicencio a través de sus redes sociales, denunciando lo que considera un abuso hacia los emprendedores locales durante la organización del Festival Llanero. En su mensaje, Chávez acusó al alcalde de la ciudad de «sacarle plata a los emprendedores» para permitirles vender comida en el festival.
Cobros irregulares y sin registro
Chávez afirmó que los emprendedores de la ciudad, quienes se dedican a la venta de productos como empanadas, hamburguesas y pizzas en el Parque Fundadores, escenario principal del festival, han sido obligados a pagar entre 700.000 pesos y 1.500.000 pesos en efectivo. Según el concejal, estos pagos se están exigiendo sin ningún tipo de registro o documento que justifique el cobro, lo cual considera altamente irregular y abusivo.
En su denuncia, Chávez expresó con indignación: «No sean groseros y descarados con Villavicencio, no sean abusivos con estos emprendedores que la luchan día a día», refiriéndose a los pequeños comerciantes que buscan ganarse el sustento diario en medio de un evento que debería ser de beneficio para todos los ciudadanos. El concejal resaltó que la falta de trazabilidad de estos pagos es un acto irresponsable por parte de la administración.
¿Favoritismos?
Uno de los puntos más controversiales de la denuncia es la mención de un contrato millonario adjudicado por la alcaldía a contratistas externos. Chávez reveló que el manejo del festival, incluyendo la venta de licor, fue otorgado a dedo a un grupo de contratistas de Bogotá por más de 4 mil millones de pesos.
En su intervención, el concejal también criticó la ausencia del director del Instituto de Turismo durante el evento y anunció que presentará un derecho de petición para exigir explicaciones sobre los cobros irregulares. De igual forma, insistió en la necesidad de que el personero municipal haga seguimiento a estas denuncias, calificando la situación como una falta grave de transparencia y control.
El concejal no solo criticó los cobros a los emprendedores, sino también la mala organización del festival en general. Denunció que las escuelas de baile locales, que son parte esencial del evento, no han recibido ni agua ni incentivos para su participación. Esto contrasta con los artistas invitados de otras ciudades, quienes reciben un trato preferencial y cuentan con importantes recursos para su presentación.




