El encierro lo está matando

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Dubier Alexander Soto Gutiérrez, de 23 años de edad, ingresó en condición de capturado a una unidad médica en la comuna Ocho de la capital del Huila por complicaciones en su salud.

El individuo, quien se encontraba bajo custodia de la Policía, sufrió un cuadro de epilepsia aparentemente porque desde su reclusión no había recibido la medicación correspondiente, situación que lo llevó a presentar múltiples episodios convulsivos.

Ante el suceso fue atendido de manera inmediata. Los especialistas concluyeron que Soto Gutiérrez presentaba una infección respiratoria aguda alta.

Es de precisar que este joven ya había sido noticia en mayo del 2023, cuando fue capturado en Neiva por el delito de hurto. En aquella ocasión las autoridades lo señalaron de haber intimidado a un taxista para despojarlo de su celular y dinero en efectivo producto de su jornada laboral.

La detención se dio gracias a la rápida reacción del cuadrante 25 del CAI Alpes, quienes lo interceptaron en la carrera 35 con calle segunda de la comuna Ocho, cuando intentaba huir luego de cometer el ilícito. Posteriormente fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación bajo cargos de hurto tipificados en el artículo 239 del Código Penal Colombiano.

Según los registros judiciales, Soto Gutiérrez no era un infractor primerizo. En su historial figuran antecedentes por hurto calificado y violencia intrafamiliar, lo que agravó su situación jurídica en aquel momento.

El caso de Dubier Alexander pone en evidencia un tema recurrente dentro de los centros de reclusión del país: la falta de continuidad en tratamientos médicos para personas con diagnósticos crónicos como epilepsia o esquizofrenia. La interrupción de sus medicamentos, además de comprometer la salud de los privados de la libertad, puede convertirse en un factor de riesgo para su integridad y la de terceros.

Mientras la justicia define su futuro legal, el joven deberá enfrentar un proceso paralelo: la continuidad de su tratamiento médico y el manejo de sus patologías en un centro de reclusión donde, al parecer, no siempre se asegura el acceso a la medicación necesaria.


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