Independiente Medellín rescató un empate 2-2 ante Junior en el estadio Atanasio Girardot, en un partido que dejó emociones de principio a fin. Los goles de Francisco Chaverra, desde el punto penal al minuto 61, y de Jarlan Barrera al 63, marcaron la reacción de un equipo que no se rindió pese a estar abajo en el marcador. Con este resultado, los dirigidos por Alejandro Restrepo mantienen vivas sus aspiraciones en el Clausura.
El conjunto rojo tuvo un desempeño equilibrado, con un 54% de posesión que le permitió manejar los tiempos en varios pasajes del juego. Ese control se reflejó en 296 pases completados, aunque con una precisión del 73% que mostró margen de mejora en la construcción de juego, especialmente en salida y transición ofensiva.
En ataque, Medellín ejecutó 10 remates, de los cuales 4 fueron directos al arco, logrando capitalizar dos de ellos. La efectividad en los últimos metros fue clave para revertir un resultado adverso en pocos minutos, demostrando carácter y capacidad de reacción frente a un rival exigente.
Sin embargo, el compromiso también evidenció un alto grado de intensidad. El Medellín cometió 22 faltas, una cifra considerable que refleja tanto el esfuerzo por recuperar el balón como la tensión del duelo. Además, vio tres tarjetas amarillas, aunque consiguió mantener el orden para no sufrir expulsiones que complicaran aún más el desarrollo del juego.
En jugadas a balón parado, el equipo local consiguió tres tiros de esquina, cifra menor frente a los siete de Junior. Aun así, supo sacar provecho de otras situaciones como el penalti que transformó Chaverra para abrir el camino de la remontada momentánea.
Alejandro Restrepo, al frente del proyecto deportivo del DIM, continúa reforzando una idea de juego que combina presión alta con ataques rápidos. Si bien la precisión en los pases sigue siendo un punto a ajustar, el equipo mostró personalidad para sobreponerse a un inicio desfavorable y sumar un punto que puede ser vital en la recta final del campeonato.
El empate deja al Medellín con sensaciones mixtas: la satisfacción de haber reaccionado con carácter, pero también la tarea pendiente de mejorar en aspectos de manejo de balón y disciplina. Bajo la dirección de Restrepo, el equipo sigue mostrando competitividad y promete dar pelea en las jornadas restantes del Clausura.




