El dilema de los datos: ¿A cuánta privacidad estamos realmente renunciando?

Es esencial comprender que nuestro paso por el internet deja una huella, la cual es aprovechada por los corredores de datos para recopilar información.
El dilema de los datos: ¿A cuánta privacidad estamos realmente renunciando? - Foto: Cortesía
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Los avances tecnológicos de los últimos años nos han vuelto seres hiperconectados. Y con ello, cada vez compartimos más datos e información personal en línea, aún sin darnos cuenta. Nuestra actividad en las redes sociales, compras en línea, las series y películas que nos han gustado, y mucho más, son datos que son recopilados y utilizados por diversas compañías y plataformas.

Esto ha provocado cierta preocupación en la mayoría de los internautas en cuanto a la privacidad de los datos que compartimos y cómo se utiliza esta información personal. Incluso, han surgido servicios de eliminación de datos que buscan ayudar a las personas a borrar su información personal de los corredores de datos. Pero, ¿cómo funciona nuestra privacidad en línea?

¿Cómo se recopilan nuestros datos?

Es esencial comprender que nuestro paso por el internet deja una huella, la cual es aprovechada por los corredores de datos para recopilar información, principalmente sobre nuestros gustos e intereses, pero también de otras cosas más sensibles, como nuestra información personal. Esto incluye datos como:

  • Nombre completo
  • Ubicación y lugares frecuentados
  • Números telefónicos
  • Correos electrónicos
  • Historial de navegación
  • Preferencias
  • Entre otros.

Estas empresas de tratamiento de datos obtienen nuestra información a través de diversos medios, que incluyen redes sociales, apps, sitios web, cookies, entre otros, incluyendo los propios dispositivos

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Por lo general, cada vez instalamos una app, estos nos solicitan permisos para acceder a información, fotos, contactos o herramientas de nuestro dispositivo. En el caso de los sitios webs, nos preguntan si estamos de acuerdo con permitir cookies. 

También, al darnos de alta en cualquier plataforma, debemos confirmar la lectura de políticas de privacidad. Estos, son documentos legales que están sujetos a cambios, por lo que pueden ser actualizados cada cierto tiempo siempre que seamos notificados, pues en él se especifica cómo la plataforma dará tratamiento a nuestros datos.

De forma más específica, los teléfonos inteligentes y tablets también contribuyen en la recopilación de datos. Por ejemplo, al usar el asistente de voz de Google o alguna plataforma de asistencia de Inteligencia Artificial (IA), podrán recopilar datos relacionados a la conversación que se genere con la herramienta.

El equilibrio entre comodidad y privacidad

Aceptar las políticas de privacidad de cada plataforma puede representar tanto una ventaja como una desventaja. Por ejemplo, podemos recibir anuncios personalizados que nos ayuden a encontrar productos o servicios que nos interesen, a cambio de datos personales a los que ya tienen autorización para acceder.

Asimismo, al hacer uso de los asistentes de IA para optimizar nuestras tareas cotidianas, les estamos permitiendo tomar alguna información nuestra que necesitan saber, como nuestra ubicación, correo electrónico, para qué los usamos y también almacenan nuestros patrones de conversación.

Tampoco podemos obviar el hecho de que en las redes sociales nuestra privacidad está expuesta. A menudo, recibimos contenidos recomendados y anuncios que parecen particularmente dirigidos a satisfacer nuestras necesidades. Estos no aparecen por casualidad, sino por un tratamiento de los datos que hemos autorizado compartir con la red social. 

De hecho, desde hace poco, las redes sociales usan nuestros datos para contribuir con el desarrollo de herramientas de IA generativa. Sin embargo, también podrán usarlos para apoyar a los entes gubernamentales en casos de investigación.

Vistos estos ejemplos, debemos ser conscientes de la cantidad de información que compartimos en línea. Así, podremos tomar medidas que nos ayuden a proteger nuestra privacidad sin renunciar en su totalidad a todas las ventajas que el mundo digital nos ofrece.

¿Quién controla nuestros datos?

El control de nuestra privacidad en línea está, principalmente, en manos de tres actores importantes dentro del mundo digital: las grandes empresas tecnológicas; los gobiernos y entidades regulatorias; y los corredores de datos. Estos, son los responsables de gestionar y regular las grandes bases de datos que almacenan nuestros datos personales e información generada por nuestra actividad en línea. En concreto, funcionan de la siguiente manera:

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  • Grandes empresas tecnológicas: Empresas como Google, Meta, X, Amazon, entre otras, tienen enormes bases de datos que son utilizadas para analizar el comportamiento de sus millones de usuarios y así mejorar sus servicios, optimizar la segmentación de publicidad y dar recomendaciones basadas en sus intereses.
  • Gobiernos y entidades regulatorias: La legislación de cada país, fundamentadas en los distintos acuerdos internacionales para la privacidad de la información, es la encargada de velar por la protección de la privacidad de sus ciudadanos. Sin embargo, estos datos recopilados por entes gubernamentales pueden ser usados con fines de seguridad y control.
  • Corredores de datos: Se tratan de empresas que recolectan información personal de cualquier usuario de internet, crean perfiles con la actividad y patrones de comportamiento generados por el internauta y comercializan estos datos con terceras partes con fines diversos, pero principalmente marketing y publicidad. No obstante, esto conlleva riesgos de seguridad y exposición indebida de datos personales.
    A menudo, estos actores trabajan de forma colaborativa, pero la mayoría de las veces operan de forma independiente. De esta manera, configuran un ecosistema en el que la transparencia es crucial pero, en muchos casos, aún es insuficiente. 

Cómo proteger tu privacidad en línea

Ante este panorama, resulta vital que tomemos hábitos en favor de proteger nuestra privacidad en línea. Y, aunque existen múltiples formas mediante las cuales puedes aumentar los niveles de seguridad y mitigar los riesgos de fuga y violación a la privacidad, a continuación, te dejamos algunas recomendaciones prácticas:

  • Revisa constantemente los permisos concedidos: La configuración de privacidad está accesible en toda aplicación y dispositivo que utilices. Accede y retira los permisos que sean necesarios para limitar su acceso a tu información personal.
  • Usa la navegación privada: Algunos navegadores traen incorporada la función de navegación en incógnito. Esta función evita que los sitios web puedan usar cookies de rastreo y también elimina el historial de navegación y datos de formulario cuando cierres el navegador.
  • Crea contraseñas robustas: Crear contraseñas robustas y únicas para cada servicio que utilices puede parecer tedioso, pero es el primer filtro para mantener tus datos seguros en la red. Además, si activas también la autenticación de dos factores, le añadirás una capa adicional de seguridad que respalda a tu contraseña, dificultando en gran medida el acceso no deseado a tus datos.
  • Edúcate continuamente: Mantente al día con las últimas tendencias en materia de ciberseguridad y con la actualización de normativas de protección de datos y políticas de privacidad para adaptar tus prácticas de navegación.

¿Es recomendable usar una VPN?

Una red privada virtual (o VPN por sus siglas en inglés) cifra tu conexión, ocultando tu dirección IP. De esta manera, dificulta que corredores de datos y terceros logren rastrear tu actividad en línea. 

No obstante, usar una VPN no te protege contra ataques phishing (enlaces falsos para robar datos) ni de llamadas no deseadas, por lo que debes mantenerte alerta para no ser víctima de estafas por suplantación de identidad.

¿Vale la pena sacrificar parte de nuestra intimidad a cambio de un servicio optimizado?

A medida que el tiempo avanza, nos convertimos en seres cada vez más digitales. Por eso, la respuesta depende en gran medida de un equilibrio personal. Para algunos, resulta conveniente mantener activos los servicios de entretenimiento, comunicación, productividad, entre otros, pues son esenciales en su cotidianidad. Para otros, la protección de sus datos personales y el resguardo de su privacidad tienen un valor incalculable.

Sin embargo, no deja de ser cierto que en la era digital no se puede renunciar por completo a uno o a otro aspecto. Por ello, resulta vital encontrar un punto medio que nos permita disfrutar de todas las ventajas que la tecnología y la digitalización pueden ofrecernos, sin poner en riesgo nuestra seguridad.

Basta con adoptar buenas prácticas de privacidad y ciberseguridad. Así, no solo garantizamos que nuestra información estará protegida, sino que al estar cada vez más informados en la materia, podremos tomar decisiones correctas al escoger cuáles servicios utilizar y decidir cómo interactuar en línea. Al final, está en nosotros la capacidad de decidir qué tanto estamos dispuestos a compartir a cambio de una experiencia personalizada y optimizada.


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