La reciente amenaza del expresidente estadounidense Donald Trump contra Nicolás Maduro ha reavivado las tensiones en el Caribe, una región clave en la geopolítica de América Latina. Trump advirtió sobre posibles acciones militares si el gobierno venezolano no cede ante las presiones internacionales, lo que ha generado preocupación en varios sectores. Las razones detrás de esta creciente amenaza son diversas: el control del narcotráfico en la región, la influencia de Venezuela en la política latinoamericana, la presencia de recursos estratégicos en el Caribe y las relaciones con aliados de la región como Colombia. Esta situación ha intensificado el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, una maniobra que se debe seguir de cerca, ya que puede tener consecuencias de gran alcance.
El aumento de la presencia militar estadounidense en aguas caribeñas no solo refleja una postura más agresiva hacia Venezuela, sino también un intento de contener las aspiraciones de Maduro, quien sigue desafiando la influencia de Washington. Además, la proximidad de las bases militares y el control sobre rutas clave para el narcotráfico son factores esenciales para entender el despliegue en la región. El gobierno de Biden, aunque más moderado que su predecesor, no ha abandonado la estrategia de presión, y el contexto actual podría llevar a nuevas escaladas en un conflicto que afecta a toda América Latina.
