Un estudio reciente publicado por la NASA y la ESA ha revelado que el ritmo de deshielo en la Antártida se ha triplicado en las últimas dos décadas. Los científicos advierten que si la tendencia continúa, el nivel del mar podría aumentar más de un metro para finales de siglo, afectando gravemente a ciudades costeras como Nueva York, Shanghái y Buenos Aires.

El derretimiento de glaciares como Thwaites y Pine Island preocupa especialmente, pues actúan como «tapones» que detienen la liberación de grandes masas de hielo hacia el océano. Su colapso podría desencadenar un efecto dominó en la estabilidad del continente blanco.
Expertos hacen un llamado urgente a los gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El tiempo para frenar las consecuencias más graves del cambio climático se está agotando, y los próximos diez años serán determinantes para el futuro del planeta.




