La situación del Deportivo Cali se ha tornado crítica. A pesar de haber evitado el descenso en 2024, el club enfrenta una grave crisis económica y administrativa que amenaza con poner fin a sus actividades competitivas en el corto plazo.
Fuentes cercanas a la institución confirmaron que, de no resolverse las deudas salariales y contractuales pendientes, el club podría perder su reconocimiento deportivo, una medida que lo dejaría fuera de toda competencia oficial en Colombia.
La alerta se encendió el pasado 27 de junio, cuando el plantel profesional decidió no presentarse a entrenar en protesta por varias quincenas atrasadas. Esta decisión marcó un punto de inflexión en el entorno del club azucarero, evidenciando el colapso interno.
Plantel
La molestia del cuerpo técnico y de los jugadores es profunda. La falta de garantías mínimas ha provocado un ambiente insostenible, en el que el compromiso deportivo ha sido sustituido por la incertidumbre.
El técnico Alberto Gamero, quien estaba muy cerca de incorporarse al banquillo del Deportivo Cali, se mostró visiblemente molesto por la situación. Según fuentes, su llegada está prácticamente en suspenso debido a las condiciones actuales del club.
“Sin garantías, es muy difícil planificar algo serio”, habría manifestado Gamero a su círculo cercano, tras conocer el alcance de la crisis financiera que atraviesa la institución caleña.
Desenlace
Aunque se esperaba que la dirigencia tomara medidas urgentes para contener la situación, hasta el momento no se han producido anuncios concretos. El club continúa acumulando deudas mientras pierde credibilidad ante sus propios trabajadores.
Los directivos han intentado conseguir recursos a través de patrocinadores y alianzas comerciales, pero los esfuerzos han sido insuficientes ante la magnitud del déficit.
A esto se suma la incertidumbre jurídica, ya que existen demandas laborales en curso que podrían derivar en sanciones adicionales por parte de la Dimayor y la Superintendencia de Sociedades.
La hinchada, por su parte, ha manifestado su preocupación a través de redes sociales, convocando incluso movilizaciones para exigir transparencia y soluciones inmediatas por parte de la junta directiva.
El Deportivo Cali, uno de los clubes más tradicionales del país, se encuentra al borde del abismo. Su historia y su legado corren peligro si no se toman decisiones urgentes y efectivas.
El reloj corre en contra y cada día que pasa sin soluciones acerca más al club a una parálisis total de sus actividades. La pelota, por ahora, ha dejado de rodar en Palmaseca.



