En Brasil, una fuerte campaña liderada por ex jugadores y periodistas ha reavivado el debate sobre el posible regreso de Neymar a la selección nacional. Tras dos años de ausencia con la “Canarinha”, el nombre del astro vuelve a sonar con fuerza en los medios, justo cuando el combinado que dirige Carlo Ancelotti empieza a definir su camino hacia el próximo Mundial.
Durante la rueda de prensa de este martes, un periodista le lanzó a Ancelotti una pregunta directa: si consideraba la posibilidad de llevar al Mundial jugadores que, por sus cualidades técnicas, pudieran aportar al menos 20 o 30 minutos por partido. El técnico italiano, fiel a su estilo sobrio pero contundente, respondió sin dejar lugar a interpretaciones: “Puede ser que lleve jugadores que nos ayuden por unos minutos. A quien no voy a llevar es a alguien que no tenga la intensidad para el Mundial. Eso no. Necesitamos jugadores que estén top físicamente”.
Las palabras del entrenador dejaron claro que el tema Neymar no está cerrado, pero tampoco parece una prioridad. En Brasil, su figura genera sentimientos encontrados: por un lado, los nostálgicos que lo consideran el futbolista más talentoso de su generación; por otro, quienes creen que su tiempo con la selección ya pasó y que el equipo debe mirar hacia adelante.
El debate tomó más fuerza tras las recientes declaraciones de Jorge Jesus, quien fue tajante al afirmar que Neymar “no tiene el físico ni para jugar en la liga árabe”. Aunque las palabras del técnico portugués generaron polémica, muchos analistas coinciden en que el jugador atraviesa una etapa complicada, marcada por lesiones y una notoria falta de ritmo competitivo.
En el entorno del fútbol brasileño, la situación de Neymar se vive con cierta tristeza. Aquel futbolista que deslumbraba en el Barcelona y que cargaba con la esperanza de un país entero parece hoy una sombra de lo que fue. “Duele verlo así”, reconoció un excompañero de selección en declaraciones a la prensa local, reflejando el sentimiento de millones de hinchas.
Mientras tanto, Ancelotti sigue enfocado en consolidar una nueva generación, con jugadores jóvenes y físicamente preparados para la intensidad del fútbol moderno. El italiano sabe que el próximo Mundial no solo será una prueba de talento, sino también de resistencia, mentalidad y compromiso colectivo, factores en los que Neymar no parece encajar por ahora.
Así, el regreso del ídolo queda suspendido en el aire: un deseo popular que choca con la realidad deportiva. En Brasil, el nombre de Neymar sigue pesando, pero la Seleção parece haber tomado otro rumbo. Y aunque la nostalgia permanece viva, todo indica que el futuro de la “verdeamarela” se construye sin su mayor estrella de los últimos tiempos.

															


