El Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) viene adelantando un monitoreo y seguimiento a la calidad del agua del río Cali, especialmente en el punto de desembocadura del río Aguacatal, oeste de la ciudad.
“Estamos desplegando un plan de monitoreo intersectorial, revisando la quebrada El Chocho, de la mano con entidades como la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Secretaría de Salud Pública Distrital y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), para contar con la información en tiempo real que facilite la toma de decisiones”, detalló Diego Benavidez, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma.
Las acciones se dan en virtud a situaciones ambientales generadas en los últimos días, relacionadas con la contaminación del Aguacatal, que obedece principalmente a pasivos de minas de carbón, vertimientos de aguas residuales y falta de infraestructura adecuada.
Asimismo, la autoridad ambiental local lidera un plan de choque que ha permitido sellar socavones, tratar químicamente el agua, intervenir alcantarillados y promover campañas ambientales. Las soluciones más urgentes incluyen la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en Montebello; la ampliación de colectores; el monitoreo constante e intervenciones ecológicas complementarias.
De forma paralela avanza el trabajo de la Mesa Técnica Intersectorial por la Restauración de la Cuenca Hidrográfica, que cuenta con representantes de la CVC, el Parque Nacional Natural Farallones, la Policía Nacional y Empresas Municipales de Cali (Emcali). También participan organismos de la Administración Distrital como las secretarías de Vivienda, Gobierno, Salud Pública y la de Seguridad y Justicia, además de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).
“Estamos avanzando en acciones puntuales a corto, mediano y largo plazo, que permitirán soluciones de fondo al problema de contaminación del río Cali. Hemos realizado varias sesiones de trabajo en las que se viene consolidando un plan estratégico de intervención, con responsabilidades y compromisos claros”, añadió Diego Benavidez.
Como parte del plan de choque, en los próximos días se instalarán sensores de PH, metales pesados y oxígeno disuelto, con el propósito de evaluar la calidad del agua en tiempo real y ajustar estrategias. De igual forma y entre las medidas inmediatas, se explora una opción basada en naturaleza por medio de microalgas, que ayudan a mitigar el efecto de la coloración de las cargas orgánicas en el lecho del río.
Desde el Dagma se reitera que la unión de esfuerzos de los sectores público y privado, regional y local, organizacional y de la ciudadanía, es fundamental para preservar el medio ambiente en la ‘Capital Pacífica de Colombia’.





