Las autoridades han revelado escalofriantes detalles del atentado que dejó gravemente herido al senador Miguel Uribe Turbay. Según los interrogatorios conocidos , el ataque fue planeado cuidadosamente por un grupo criminal liderado por alias El Costeño, quien habría reclutado a un menor de edad de 15 años para cometer el intento de homicidio.
De acuerdo con los testimonios de Carlos Eduardo Mora y Katerine Martínez, dos de los capturados, la planificación se realizó el 6 de junio en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. Durante una reunión de reconocimiento de la zona, los implicados afinaron los últimos detalles del atentado. Mora, quien fungió como conductor, aseguró que dejó al joven en una zona conocida como La Calle del Hambre, mientras que Martínez se encargaba de recoger el arma utilizada: una pistola Glock, supuestamente traída del extranjero y valorada entre 15 y 20 millones de pesos.
La orden, según los testimonios, fue clara: “todos a la cabeza”. Martínez declaró que el menor estaba visiblemente eufórico antes del ataque, repitiendo que lo haría “real” y que descargaría el arma completamente. Sin embargo, lo más impactante es que alias El Costeño le habría confesado a Martínez que el ataque estaba planeado como una “vuelta suicida”, pues aunque había una moto en la escena, no era para recoger al sicario tras el atentado.
El joven disparó en el parque El Golfito, donde Miguel Uribe iniciaba un acto de campaña para las elecciones presidenciales de 2026. Luego del atentado, el menor huyó a pie, sin apoyo logístico para escapar, lo que refuerza la hipótesis de que fue enviado a una misión sin retorno.
Alias El Costeño, considerado el cerebro logístico del atentado, está siendo buscado por las autoridades, quienes ofrecen hasta 300 millones de pesos de recompensa por información que permita su captura. Tiene 40 años y antecedentes delictivos.
El menor sicario, detenido en flagrancia, permanece bajo custodia en el búnker de la Fiscalía. Las autoridades confirmaron que ya había sido identificado como un menor en riesgo por la Alcaldía de Bogotá, pero se había negado a recibir atención institucional.
Hasta ahora, cuatro personas han sido capturadas por el atentado: el joven sicario y tres adultos más, quienes enfrentan cargos por tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores para delinquir. Todos están bajo medida de aseguramiento intramural.




