En total, fueron enviados a la cárcel dos miembros de la Policía y cuatro civiles que hacían parte de una red que se dedicaba a sacrificar caballos y burros para comercializar su carne ilegalmente en la Costa Atlántica.
Según la investigación adelantada por la Fiscalía, los animales que su mayoría estaban enfermos y en muy mal estado, eran llevados a un matadero clandestino ubicado en el sector de El Rebolo, en Barranquilla, para ser sacrificados sin ninguna medida de salubridad donde posteriormente, la carne y las viseras transportadas sin conservar la cadena de frío, y finalmente serían comercializadas.
Llamadas interceptadas y más material probatorio, sirvió de ayuda para desmantelar este grupo ilegal, donde encontraron que dos de sus integrantes eran miembros activos de la Policía Nacional, que omitían sus funciones para permitir el desarrollo de estas actividades.
A los capturaron se les imputaron los delitos de: Maltrato animal, concierto para delinquir, contaminación ambiental, cohecho por dar u ofrecer, corrupción de alimentos y tráfico de influencias.




