La organización del Tour de Francia anunció un cambio de última hora en la etapa 19, originalmente programada para este viernes, debido a condiciones meteorológicas extremas. Aunque la jornada debía ser una de las más exigentes del tramo final de la competencia, con 145 kilómetros de recorrido, se decidió reducir su extensión en casi 40 kilómetros para proteger la integridad física de los corredores ante una intensa ola de calor que azota el sur del país. Según los organizadores, las temperaturas podrían superar los 40 grados centígrados en algunos tramos, lo que representa un riesgo real de deshidratación y colapsos físicos.
La medida, aunque inesperada, ha sido bien recibida por varios equipos y ciclistas que ya habían expresado su preocupación por el impacto del clima en las etapas de alta montaña. La dirección del Tour reafirmó que la salud de los deportistas es prioritaria y que los cambios buscan garantizar la competitividad sin poner en riesgo vidas humanas. Este ajuste se suma a otras decisiones recientes adoptadas por competencias ciclísticas internacionales frente al cambio climático, lo que evidencia una tendencia cada vez más necesaria de adaptar los calendarios deportivos a la nueva realidad ambiental.
