El circuito de Las Vegas sería el más odiado de todos los Grandes Premios según pilotos y aficionados, generando controversia por su diseño, condiciones y enfoque comercial sobre lo deportivo
El trazado urbano de Las Vegas ha generado críticas significativas desde su inclusión en el calendario de la Fórmula 1, siendo señalado por diversos sectores como uno de los circuitos menos populares entre pilotos y fanáticos puristas del automovilismo. Las quejas van desde las bajas temperaturas del asfalto durante las sesiones nocturnas que dificultan el funcionamiento óptimo de los neumáticos, hasta un diseño que privilegia el espectáculo visual y el entretenimiento de Las Vegas por encima de la calidad deportiva y la emoción genuina de las carreras.
Los detractores del Gran Premio de Las Vegas argumentan que el evento representa todo lo que está mal en la expansión comercial de la Fórmula 1, con un circuito diseñado más para las cámaras de televisión y los turistas que para ofrecer una competencia de primer nivel. Las largas rectas que atraviesan el famoso Strip, combinadas con secciones técnicas poco inspiradas y problemas logísticos que han afectado el desarrollo normal de los entrenamientos en ediciones anteriores, han consolidado la percepción negativa de este Gran Premio entre quienes consideran que la esencia deportiva debe primar sobre el show y el glamour característico de la capital mundial del entretenimiento.
