Pogacar arrasa en el Tour de Francia 2025 y desata interrogantes en el mundo del ciclismo

El dominio absoluto del esloveno en la edición 111 del Tour deja preguntas sobre su rendimiento, a pesar de que nunca ha dado positivo en un control.
CICLISTA
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Tadej Pogacar ganó su cuarto título del Tour de Francia con una ventaja superior a los cuatro minutos sobre Jonas Vingegaard, dejando al décimo clasificado a más de 30 minutos, una diferencia inédita en tiempos recientes. Esta superioridad aplastante, sumada al control que impuso en cada etapa y a la aparente facilidad con la que responde a los ataques, ha despertado interrogantes legítimos entre aficionados, especialistas y rivales. El esloveno no muestra fatiga, nunca flaquea y domina tanto en montaña como en contrarreloj, lo que ha generado comparaciones con épocas pasadas del ciclismo marcadas por el dopaje.

La actuación del UAE Team Emirates ha llamado la atención no solo por su destacado rendimiento colectivo, sino por contar en su cuerpo técnico con figuras como Mauro Gianetti, anteriormente vinculado a estructuras investigadas por dopaje.

Pogacar responde con firmeza y exige confianza

Desde que debutó en el Tour, Pogacar ha enfrentado con calma las preguntas sobre su limpieza, asegurando que “sería estúpido poner su salud en riesgo por una carrera de diez años”. En múltiples entrevistas ha reiterado que no utiliza métodos ilícitos y ha pedido que el público confíe en él. El campeón mundial se apoya también en la evolución del ciclismo moderno, que ha mejorado gracias a avances tecnológicos, métodos de entrenamiento y nutrición.

Aun así, las comparaciones con figuras del pasado como Marco Pantani o Lance Armstrong, cuyos récords ha superado en ascensos históricos como Plateau de Beille o Mont Ventoux, generan suspicacias difíciles de eliminar.

Controles rigurosos y vigilancia constante

Durante la edición 2025 del Tour, la International Testing Agency (ITA) recogió más de 600 muestras de sangre y orina, además de otras 350 antes de la competencia. El ganador de etapa y el líder de la general pasan sistemáticamente por control antidopaje al final de cada jornada, y también se inspeccionan las bicicletas para detectar posibles fraudes tecnológicos. Aunque las cetonas están permitidas, la UCI prohibió el uso de monóxido de carbono inhalado, buscando cerrar cualquier brecha legal que favorezca el rendimiento sin violar el reglamento.

La introducción del pasaporte biológico desde 2008 sigue siendo una herramienta clave en la lucha antidopaje, aunque algunos siguen considerando que no es suficiente ante ciertos rendimientos sospechosos.

El pelotón se divide y el debate persiste

Dentro del pelotón profesional, las opiniones se dividen entre quienes valoran el talento innato de Pogacar y quienes, en voz baja, ponen en duda su rendimiento, sin pruebas concretas.Su precocidad, consistencia durante toda la temporada y dominio general podrían ofrecer señales tranquilizadoras, aunque muchos recuerdan que ciclistas dopados en el pasado utilizaron esos mismos argumentos para justificar su rendimiento.

El debate sobre la legitimidad del rendimiento de Pogacar no desaparecerá pronto, sobre todo mientras siga rompiendo récords establecidos por ciclistas que luego fueron sancionados. El Tour 2025 ha dejado más que una victoria clara: ha reavivado un debate eterno sobre el equilibrio entre talento, ciencia y trampa en el ciclismo profesional.


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