Una de las figuras políticas que comenzó a tener mayor visibilidad en los últimos días es Claudia López, esto por una presunta insinuación de ser una candidata electoral del 2026. A lo cual, tras sus últimas declaraciones donde se refirió a los integrantes del Centro Democrático (CD), la cuenta de este movimiento político arremetió.
En respuesta a un comentario de la usuaria Juanita Vélez, la ex alcaldesa de Bogotá, Claudia López le contestó en un extenso mensaje al mencionar que: “La eterna fracasomanía nacional. Primero fueron liberales vs conservadores, ahora son uribistas vs petristas los que solo se dedican a sus luchas intestinas por poder, mientras perdemos el país de verdad.”
Además se refirió al deber de gobierno durante la COP16, donde afirmó que se debe buscar un mayor número de cascos azules (verdes) para frenar la expansión de la Coca, deforestación y ganadería, por otro lado, afirmó que se necesitan de los países más desarrollados inversión y recursos de manera sostenida.
“Mientras los políticos uribistas y petristas hacen bodegas digitales y marchas citadinas, las mafias se carcomen las regiones, sus gentes y territorios, levantan su propio catastro para financiar su extorsión y expansión, y deforestan para sembrar coca, extraer minería y expandir ganadería ilegal en la Amazonia.” Ante este último mensaje, la cuenta del Centro Democrático arremetió contra Claudia López.
¿Cuál fue el mensaje de CD a Claudia López?
Una vez se conoció este mensaje de la ex alcaldesa Claudia López, la cuenta de X del CD se refirió a este mensaje y afirmó que realmente ella es oportunista, y le recordó que esta apoyó a Petro, pero después lo critica en beneficio de esta; también criticó su gestión durante su paso en Bogotá.
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Declaraciones del CD
La administración de López se caracterizó por el derroche. Duplicó el número de contratistas, pasando de 31.721 con un costo de 1 billón en la administración anterior, a 63.670 con un costo total de 2 billones de pesos en su mandato. La contratación a dedo que le dejó al Distrito es un reflejo de una administración politiquera, burocrática, ineficiente y con altos costos para los bogotanos.