En la prefectura de Miyagi, Japón, existe la Melody Road , un tramo forestal donde el pavimento tiene ranuras talladas con precisión milimétrica.
Cuando los autos pasan a la velocidad correcta —unos 40 km/h—, las ruedas vibran y producen una melodía real.
No es magia ni truco de edición: la carretera está calibrada para que el sonido resuene por todo el bosque.
La técnica se basa en el mismo principio de los discos de vinilo, pero aplicado al asfalto.
En Japón existen alrededor de 30 carreteras musicales, creadas inicialmente para combatir la somnolencia al volante en zonas rurales.
La más famosa reproduce una canción folclórica llamada “Shiretoko Love”, y si vas demasiado rápido… la melodía desafiante.
Es una prueba encantadora de que la ingeniería también puede tener sentido del humor.




