Hay consternación entre los habitantes de la cabecera municipal de El Bordo- Patía, al sur del departamento del Cauca por el deceso de la señora Elva María Gómez de Ruíz quien fuera una reconocida o destacada comerciante de la región.
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Sus amigos de El Bordo-Patía indicaron que doña Elvia como era conocida de manera popular contaba con 94 años de edad y quien debido a problemas de salud falleció en su casa de habitación ubicada en el barrio Balboita. “Ella dedicó gran parte de su vida al comercio de productos en la región del sur del Cauca, comercializaba granos, abarrotes en la galería y además visitaba veredas y corregimientos de la región en donde llegaba con su surtido a vender sus productos”, indicó Luis Mosquera.
El compañero en El Bordo- Patía agregó que la dama se caracterizó por ser una persona amable, generosa, y muy alegre. “Gracias a su forma de ser, logró ganarse el cariño, aprecio y respeto de los Bordeños. Ella tenía una visión enorme como comerciante, gracias a su trabajo logró sacar adelante a su familia a quien enviamos nuestra voz de solidaridad en estos momentos difíciles de superar. Abrazos a sus hijos Franco, Nino, Jorge, Aldemar, Juan, Consuelo, Socorro y Cita Gómez”, Mosquera.
Su cuerpo fue velado en su casa de habitación donde asistieron varios amigos y demás dolientes. Posteriormente se ofició una misa en horas de la tarde. Terminado el acto litúrgico, se llevaron a cabo sus exequias en el cementerio La Inmaculada Concepción del barrio Calle Nueva.
“Perder a una amiga, que es casi como tu hermana es un golpe duro que muchos tienen que soportar y que marca un antes y un después en nuestras vidas. Siento que muero al pensar que ya no podré verte ni abrazarte amiga mía. Fuiste una de las personas más importantes en mi vida y el perderte hace que un gran vacío quede en mi corazón. Nunca te olvidaré, te lo prometo. Siempre tendrás mi amistad, así estés en el cielo”, expresó Lida Romero.
Entre tanto, varios de sus compañeros y comerciantes de El Patía y sus alrededores expresaron lo siguiente: “Dios ha decidido que partas hacia su seno y respetamos su voluntad. Ahora que estás junto a Él, ya no hay más dolor, solo paz. Así que estamos felices por ti, porque estás en un lugar mejor. Ya llegará la oportunidad de reunirnos todos de nuevo. Los que nos quedamos viviremos nuestras vidas con toda la fuerza necesaria y, un día, cuando Dios lo decida, nos volveremos a ver”.
