El pádel sigue consolidándose como uno de los deportes de mayor crecimiento en Colombia, y ahora Cali se prepara para recibir un nuevo actor en este mercado. Green Padel, que ya opera con éxito en Ibagué y Neiva, anunció la apertura de su tercera sede en el norte de la capital vallecaucana, específicamente en el sector del Éxito de la Flora, con una inversión que supera los $900 millones.
Santiago Díaz, gerente comercial de la empresa, explicó que la decisión de llegar a Cali responde al alto poder adquisitivo de la ciudad y a la falta de oferta de canchas profesionales en esa zona. «Vimos una oportunidad clara en el norte, donde no había un club de pádel de alto nivel, y la gente merece una opción premium», aseguró Díaz.

El nuevo club, que abrirá sus puertas en un mes, contará con tres canchas profesionales certificadas por Padel World Tour, un sport bar con restaurante de carta amplia, tienda especializada en equipos y una zona de atletas con cafetería, baños y duchas.
Este proyecto no solo busca captar a los aficionados al pádel, sino también ofrecer una experiencia integral que combine deporte, gastronomía y socialización. El modelo de negocio incluye membresías que oscilan entre $500.000 y $800.000, alquiler de canchas por hora, clases personalizadas, torneos semanales y alianzas con empresas para actividades de team building, una estrategia que ya han implementado con éxito en Ibagué junto a la alcaldía local.
El auge del pádel en Colombia se debe, según Díaz, a su accesibilidad. «Es un deporte fácil de aprender, no necesitas ser un experto para disfrutarlo, y solo requieres cuatro personas para jugar, a diferencia del fútbol, donde se necesitan muchos más», destacó.
Sin embargo, el empresario también advirtió sobre los riesgos de una posible saturación del mercado. Ciudades como Ibagué, donde ya existen siete clubes, y algunos sectores de Bogotá y Cali, podrían estar cerca de un punto de sobreoferta.

«Si seguimos construyendo canchas al ritmo actual, el mercado podría quemarse», señaló. Pese a esto, cree que el pádel aún tiene margen de crecimiento en el país, aunque a un ritmo más moderado que en los últimos años.
Más allá del aspecto comercial, Green Padel enfatiza su impacto social. Díaz compartió el testimonio de un padre que agradeció cómo el pádel ayudó a rehabilitar a su hijo de problemas con el alcohol. «Este deporte ofrece un espacio sano para los jóvenes, donde pueden competir, socializar y alejarse de malos hábitos», afirmó. Además, cada sede genera entre seis y ocho empleos directos, sumando ya unos 20 puestos de trabajo formales con sus tres clubes.
Los planes de expansión no se detienen en Cali. La empresa ya proyecta abrir una sede en Cartagena y una segunda en la capital vallecaucana antes de que finalice el año. «No competimos por precio, sino por servicio y experiencia», recalcó Díaz.
Con esta apuesta, Green Padel no solo consolida su posición en el mercado del pádel, sino que también promueve un modelo de entretenimiento saludable y competitivo, en línea con el creciente interés de los colombianos por este deporte.




