El felino más esquivo del mundo, el leopardo de las nieves (Panthera uncia), ha sido el objetivo de una perseverante expedición liderada por el biólogo y conservacionista brasileño Gustavo Figueirôa. Su aventura lo llevó hasta los 4.600 metros de altitud en las montañas del Himalaya, entre la India y el Tíbet, en condiciones extremas de frío, nieve y oxígeno reducido.
Desde la infancia, Figueirôa soñaba con trabajar con grandes felinos. Después de formarse en Ciencias Biológicas en São Paulo y especializarse en la conservación de fauna silvestre, decidió emprender la travesía en febrero de 2025 junto al fotógrafo de vida silvestre Henrique Olsen.
El equipo se instaló en la remota región de Kibber, en el extremo norte de la India, donde las temperaturas pueden caer por debajo de los -20 °C. Allí, con caminatas de hasta 12 horas diarias, avanzaron entre pistas escarpadas y paisajes inhóspitos en busca de rastros del leopardo.
El leopardo de las nieves, también conocido como “gato fantasma”, vive en los escarpados riscos del Himalaya y otros macizos de Asia Central, y es considerado uno de los grandes felinos más difíciles de observar en libertad. Su pelaje claro, adaptaciones extremas y hábitat remoto le brindan un manto casi invisible ante los estudios humanos.
La expedición de Figueirôa no solo buscó el avistamiento, sino también generar conciencia sobre la necesidad de conservar esta especie catalogada como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el cambio climático.




