El 20 de noviembre comienza la que será la aventura más destacada del año: la Expedición Antártico en solitario. Con el apoyo de American Pistachio Growers, el aventurero español Antonio de la Rosa tratará de cruzar de Chile a la Antártida a remo por el Estrecho de Drake para luego emular al explorador polar, Ernest Henry Shackleton y su Endurance Expedition (1914-17) a vela y en esquís de travesía. Se trata de un recorrido de más de 3.000 km en el que de la Rosa se enfrentará a olas de más de 12 m de altura y unas condiciones extremas de viento y temperatura.
El arriesgado recorrido podrá seguirse en directo en www.antoniodelarosa.net y empezará con la travesía del Cabo de Hornos y el estrecho de Drake hasta la Antártida. “El objetivo de esta aventura polar, explica de la Rosa, “es llegar a Isla Elefante a remo para luego continuar hasta la costa Oeste de Georgia del Sur ayudado por una pequeña vela como hizo el explorador polar anglo-irlandés, Ernest Henry Shackleton, hace más de 100 años y terminar con la travesía esquiando hasta la costa Este. En total van a ser 3.000 km en el lugar más complicado del planeta, con vientos huracanados, olas de 12 metros y temperaturas extremas que serán mis compañeros de viaje durante 30 ó 40 días”, concluye.
Además de las dificultades comentadas de fuertes vientos que podrían alcanzar los 150 km/h, el tamaño de las olas y la temperatura gélida de las aguas, de la Rosa se tendrá que enfrentar a otras posibles complicaciones que pueden darse en su llegada a la Antártida. Hablamos de evitar colisiones con icebergs flotantes, que podrían abrir una vía de agua en la embarcación y tener cuidado con la posible presencia de manadas de orcas, que podrían romper la orza o el timón y dejarle a la deriva de vientos y corrientes sin capacidad de maniobra.
La alimentación es un factor muy importante en el éxito o en el fracaso de la expedición. El aventurero dispondrá de comida liofilizada, que solo necesita agua caliente para hidratarse. También llevará encima alimentos naturales como los pistachos americanos, que contienen proteínas completas y un buen perfil nutricional, no necesitan cocción y son biodegradables.
