El exmandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez fue absuelto este martes de todos los cargos que pesaban en su contra por los delitos de manipulación de testigos, soborno y fraude procesal, tras la decisión de una sala del Tribunal Superior de Bogotá. La decisión revierte la condena de 12 años de prisión domiciliaria que le había sido impuesta el pasado 1 de agosto.
La sentencia de segunda instancia, que abarca más de 700 páginas, analizó cuatro hechos objeto del fallo inicial —tres por soborno y dos por fraude— y concluyó que no existían pruebas suficientes para acreditar la intención ilícita directa del expresidente sobre los procesos que se le imputaban. En los casos de los exparamilitares Carlos Enrique Vélez (alias “Víctor”) y Juan Carlos “El Tuso” Sierra y del exparamilitar y testigo Juan Guillermo Monsalve, los magistrados consideraron que los testimonios presentaban «inconsistencias y contradicciones», así como motivaciones vinculadas a beneficios judiciales. También se cuestionó la valoración de pruebas en la instancia anterior, señalando que la jueza encargada del primer fallo incorporó hechos ajenos a la acusación, vulnerando el derecho de defensa.
En el fallo, el tribunal determinó que las interceptaciones telefónicas incluidas en la acusación —obtenidas tras una orden dirigida originalmente a otro congresista— eran ilícitas y, por ello, no pudieron ser tenidas en cuenta. De esta manera, el fallo de agosto quedó sin efectos jurídicos y Uribe quedó plenamente libre de los cargos.
Queda ahora la última instancia: las víctimas del proceso anunciaron que presentarán un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, lo que podría devolver el caso al nivel más alto del sistema judicial en Colombia. La decisión se produce en medio de un escenario político caliente, con vistas a la elección presidencial de 2026, y marca un nuevo capítulo en una causa que lleva más de 13 años en los estrados.
