El acetato nunca pasó de moda: Melassa lo mantiene vivo en el ‘Festival Mundial de Salsa 2025’

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En medio de los shows de bailarines y el ambiente del ‘Festival Mundial de Salsa’en su vigésima edición, hay un rincón donde la música mantiene su legado a través de los discos de acetato, vinilo o LP’s. Allí está Julián Tavera, más conocido como Julián Salsa’, melómano desde hace 15 años y director de la Fundación Cultural Melassa, ubicada en el tradicional barrio Obrero.

Con un estand lleno de tesoros, Julián demuestra que el acetato nunca pasó de moda. “Desde 2022 el vinilo volvió a tomar fuerza. Antes, la gente botaba los discos para comprar CD’s, ahora pasa lo contrario: están botando los CD’s para comprar acetatos. Desde entonces se venden más que el CD”, cuenta el melómano.

Los turistas y visitantes que llegan a su negocio buscan, principalmente, clásicos del género. Según cuenta, los vinilos más vendidos son los del Grupo Nichela Orquesta Guayacán y Héctor Lavoe, verdaderas joyas que siguen siendo las más apetecidas por coleccionistas y amantes de la salsa.

Este es un mercado que en Cali se vive con especial pasión. Melassa se suma a otras tiendas locales en la ciudad como la de Cali Vynil o Willy Bran, donde todavía es posible encontrar ediciones viejas. “La venta de LP’s va desde 5000 pesos hasta piezas que alcanzan un millón de pesos, como grabaciones de las orquestas neoyorquinas Brooklyn Sounds o la de Pete Rodríguez, que son difíciles de conseguir”, explica Julián.

El trabajo de búsqueda es arduo: viaja a Buenaventura, Puerto Tejada o Villarrica para rastrear discos escondidos en colecciones privadas y traerlos de vuelta a la ciudad. “A veces llega un cliente y compra 20, 50 o hasta 100 acetatos de una sola vez”, asegura.

Pero la Fundación Cultural Melassa es más que un negocio. En su sede del barrio Obrero organiza encuentros de melómanos y coleccionistas, uno o dos al mes, donde se comparten discos, historias y descubrimientos. “Es una reunión entre amigos, entre apasionados por la salsa. Siempre se aprende algo nuevo y se pasa bueno”, expresa.

El ‘Festival Mundial de Salsa’ le da aún más vida a este fenómeno, porque conecta tradición y modernidad. Y pronto, con la Ruta de la Salsa, se potenciará la actividad cultural y comercial en el Obrero. “Esto nos va a beneficiar a todos. Es un impulso para el barrio y para nosotros los comerciantes”, opina con optimismo ‘Julián Salsa’.

En la capital mundial de la salsa los acetatos no son un recuerdo: son presente y futuro. Cali se recupera gracias a lugares como Melassa, donde el vinilo sigue girando con fuerza y mantiene vivo el pulso de un género que nunca deja de renovarse.


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