Por una revolución digital ha pasado el mundo actual, que impacta a todos los segmentos de la sociedad y los negocios. Y, después de que entramos en la era Tie-less, es decir, de » sin corbata«, confirmada por una serie de investigaciones realizadas por Temenos, en las que se vio que el 78.6% de los latinoamericanos contestaron que son totalmente 100% en línea o predominantemente en línea, lo que quiere decir que 2022 será sin duda el año en el que los bancos se invisibilicen.
Según Enrique Ramos O´Reylly, director para Latinoamérica y el Caribe de la firma Temenos, el número de bancarizados en Colombia aumentó en 5 puntos porcentuales más que en el 2019, con una cifra cercana al 87,1 por ciento. Lo que representa que 9 de cada 10 colombianos están en la banca, a finales del 2021 se identificó que más de 31,6 millones de colombianos contaron con al menos un producto bancario, según lo confirmaron los datos del programa estatal de la Banca de las Oportunidades.
Ante este escenario, dice Ramos O´Reylly, los bancos invisibles emergen como la principal tendencia para 2022. Pero ¿qué significa? Que básicamente todos podemos transformar un banco, desde las grandes empresas, como las de diversión, hasta las pequeñas. Una vez que todos podamos ofrecer préstamos o plataformas para comprar ahora y pagar después, se convertirán en bancos invisibles. Llegará un momento en que los pequeños negocios, como una panadería o colchonería, podrán asociarse con una aplicación Fintech y ofrecer un crédito con garantías.
Según el ejecutivo, el cliente podrá aumentar su poder adquisitivo si tiene un límite bajo o no dispone de tarjeta de crédito, pudiendo adquirir un smartphone de última generación. El individuo también tendrá la oportunidad de “convertirse en un banco”. La propia Apple dijo que lanzará una funcionalidad de tarjeta de crédito y débito para poder recibir pagos, funcionando como una máquina de pago. Esto no hace más que demostrar que todos, de manera democrática, ya sean personas físicas o jurídicas, pueden ser protagonistas de esta nueva era de bancos invisibles.
Por otro lado, las agencias reguladoras bancarias anunciarán que cambiarán a una forma de demanda aplicada a las Fintechs, que disfrutan de un entorno menos democrático que los grandes jugadores del mundo financiero. Con esto, habrá una mayor consolidación del mercado digital, donde las Fintechs podrán unirse a los grandes bancos para compartir condiciones regulatorias similares.
Finaliza diciendo Ramos O´Reylly que en esta nueva era de bancos invisibles, habrá una gran competencia por profesionales calificados. Si las empresas no prestan atención al hecho de que muchos profesionales de TI hoy trabajan desde casa y ganan su salario en dólares, sufrirán más presión de parte de ellos.
Hoy los grandes bancos buscan comprar productos pronto y reducir el número de empleados, pero para retener el talento, porque toda empresa debe tener un gran equipo, será necesario pensar fuera de la caja e integrar este nuevo momento en el que, desde los jugadores grandes, hasta los chicos están en un mismo plano laboral. Con eso, surgirán muchos nuevos modelos de negocios y los latinoamericanos alimentamos esa tendencia con un perfil innovador. El mundo digital está ahí.




