Balance tras seis meses de combates en el Cañón del Micay
Después de más de 180 días de combates constantes, el Ejército Nacional presentó un informe sobre los avances de la Operación Perseo, una ofensiva militar desarrollada en la zona del Cañón del Micay, en el suroccidente del Cauca. Esta misión tiene como objetivo recuperar el control del corregimiento El Plateado, en el municipio de Argelia, y asegurar el tránsito en un corredor vial clave que conecta varias poblaciones. El comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, destacó la persistencia de las tropas en una zona altamente disputada por grupos armados ilegales, donde la violencia y los ataques han sido constantes.
Más de 700 ataques con drones y una amenaza persistente
Uno de los aspectos más críticos de esta operación ha sido el uso masivo de drones por parte de estructuras ilegales. En total, desde el inicio de la ofensiva militar el 12 de octubre de 2024, se han registrado 730 acciones con estos dispositivos, incluyendo 113 ataques directos con artefactos explosivos lanzados desde el aire. Aunque el Ejército ha logrado neutralizar 207 de estas incursiones, el uso sistemático de esta tecnología representa un desafío creciente en el conflicto. A esto se suman 60 artefactos explosivos improvisados que han sido destruidos por las tropas desplegadas en la zona.
Golpes a disidencias y recuperación del territorio
En medio de los enfrentamientos, las tropas han logrado importantes afectaciones contra el grupo armado residual Carlos Patiño: 25 integrantes fueron dados de baja o resultaron heridos, 8 se sometieron a la justicia y 3 murieron en combate. Además, 8 menores de edad fueron recuperados de las filas ilegales. En cuanto al ELN, 5 miembros se desmovilizaron voluntariamente y uno fue neutralizado en medio de enfrentamientos. Con estos resultados, el Ejército afirma haber recuperado el control del casco urbano de El Plateado, sosteniendo presencia constante para evitar el retorno de estos grupos
Avances sociales y presencia estatal en la zona
El comandante del Ejército también destacó la acción unificada del Estado, que ha acompañado la ofensiva militar con una estrategia de transformación del territorio. A través de esfuerzos coordinados con la Policía Nacional, las gobernaciones y varios ministerios, se ha logrado la entrega de ayudas humanitarias, becas, kits escolares y medicamentos. Uno de los hitos más importantes ha sido la construcción del Puente de la Esperanza, que conecta El Plateado con el caserío La Hacienda, destruido anteriormente por el grupo Carlos Patiño. Esta obra permite ahora el tránsito seguro de las comunidades hacia zonas más alejadas del Cañón del Micay.
Presencia militar permanente y desafío por la paz
En el territorio permanecen actualmente 1.600 soldados del Ejército y 248 policías, con capacidades especiales y unidades blindadas para garantizar la seguridad. Pese a los avances, la situación sigue siendo compleja y de alto riesgo. Las autoridades aseguran que continuarán con las operaciones y el acompañamiento social hasta consolidar la estabilidad en la zona. La lucha por el control del Cañón del Micay no solo implica una disputa armada, sino también un esfuerzo por reconstruir el tejido social y garantizar los derechos de las comunidades que por años han sufrido el abandono estatal y el dominio de actores armados.




