Si hay alguien que sabe adaptarse a la incertidumbre, ese es Egan Bernal. Tras imponerse en la etapa 16 de la Vuelta en Mos, vuelve a brillar en jornadas accidentadas.
El rey de las etapas acortadas
En 2021, el colombiano se llevó la etapa 16 del Giro de Italia. Una jornada originalmente planificada de 212 km que acabó reducida a 153 km debido al frío y las condiciones extremas. La organización decidió recortar los dos últimos ascensos del día, desluciendo la etapa reina. A 22 km de meta, Bernal dejó atrás a la fuga y superó a Caruso y Bardet, consolidando una victoria que precedería su triunfo final en la Corsa Rosa con Ineos.
Algo similar ocurrió en la etapa 19 del Tour de Francia 2019, también ganada por Bernal con la escuadra británica. Una tormenta de granizo y desprendimientos obligó a acortar la jornada a 89 km.
La organización decidió tomar los tiempos definitivos en la cima del Col de l’Iseran, la montaña más alta del Tour con 2.770 metros. Allí, Bernal lanzó un ataque demoledor que nadie pudo seguir, se colocó como líder y, finalmente, se coronó campeón de la general.
Para completar este particular triplete, en la Vuelta debió seguir a Mikel Landa en una escapada de 60 km en Galicia. Bernal gestionó la fuga con maestría y, al conocer que la jornada terminaría a solo 8 km de meta, aprovechó el momento.
Al ver el arco que marcaba el final, esprintó a Landa y se llevó la victoria, esta vez con un sabor diferente, pero igualmente valiosa en una gran vuelta. Enhorabuena al colombiano, que sigue demostrando fortaleza y versatilidad en cualquier circunstancia.
