En una acción sin precedentes, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto al Departamento de Estado, anunció la incautación de activos con un valor total que supera los 700 millones de dólares pertenecientes al presidente venezolano Nicolás Maduro. La medida fue confirmada por la fiscal general Pam Bondi en una entrevista con Fox News, y publicada además a través de la Embajada estadounidense en Caracas.
Detalles de los activos incautados
Bondi detalló que los bienes confiscados incluyen:
- Dos aviones privados multimillonarios.
- Varias propiedades: mansión en República Dominicana y múltiples residencias de lujo en Florida.
- Una granja de caballos.
- Nueve vehículos de alta gama.
- Joyas por millones de dólares y grandes sumas en efectivo.
Contexto legal y político
Pam Bondi calificó la operación como parte de una red de «crimen organizado, no diferente a la mafia», e indicó que, pese al decomiso, el “reinado de terror” de Maduro continúa vigente. Previamente, en julio de 2025, Estados Unidos había anunciado un incremento en la recompensa por información que condujera a su detención: de 25 a 50 millones de dólares, la mayor recompensa ofrecida hasta ahora, equiparable a la del caso Osama bin Laden.
La acusación de Estados Unidos sostiene que Maduro integra y lidera redes criminales como el Cartel de los Soles, el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, y que desde hace años ha facilitado el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos. La DEA reportó incautaciones de hasta 30 toneladas de cocaína, con al menos 7 toneladas directamente vinculadas al entorno de Maduro.
En paralelo, el gobierno de Donald Trump emitió una directiva que autoriza al Ejército estadounidense a actuar contra carteles extranjeros, incluso fuera del territorio nacional, evocando una versión moderna de la doctrina Monroe.
Respuesta del régimen chavista
El gobierno venezolano reaccionó rápidamente, centralizando las declaraciones en apoyo a Maduro. El ministro de Defensa Vladimir Padrino López y el canciller Yván Gil calificaron las medidas como ataques infundados, propaganda política e injerencia imperial. Diosdado Cabello denunció supuestas células terroristas opositoras y responsabilizó a figuras como María Corina Machado e Iván Simonovis.
Esta operación representa una de las medidas más contundentes hasta ahora contra el régimen de Nicolás Maduro, con un fuerte impacto simbólico y material. Al incautar multimillonarios bienes y duplicar la recompensa por información, Estados Unidos intensifica su ofensiva en contra del narcoterrorismo vinculado al chavismo, aunque el gobierno venezolano insiste en resistir la presión internacional con firmeza.




