Los aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump siguen afectando las relaciones comerciales con varios países. Una reciente declaración de la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, ha encendido aún más las alarmas: «Vamos a poner a Estados Unidos primero», afirmó, descartando a países como China, India y Argentina. La frase podría cambiar las reglas del juego en la guerra comercial, pero la industria argentina de carnes no parece estar tan preocupada.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA), expresó a CNN que no hay motivo de alarma. Según él, Rollins desconoce la historia comercial entre ambos países, especialmente en lo que respecta al comercio de carne. A pesar de las tensiones, las estadísticas siguen mostrando una relación sólida: en febrero de 2024, Argentina exportó 4.000 toneladas de carne a EE.UU., que representaron el 11% de los ingresos por exportaciones cárnicas del país.
A pesar de la preocupación que genera el anuncio de Trump, los expertos indican que Argentina podría redirigir sus exportaciones a China si los aranceles afectan demasiado el mercado estadounidense. Sin embargo, esto implicaría precios más bajos. «Estados Unidos paga mejores precios que China por el mismo producto», señaló Schiariti, aunque añadió que «la carne se venderá, aunque sea a menor costo».
Mientras tanto, las tensiones entre EE.UU. y China siguen escalando, con ambos países imponiéndose aranceles mutuos. En este contexto, el gobierno argentino se enfrenta a una difícil encrucijada política. Los analistas aseguran que el acercamiento de Argentina a China podría tensar su relación con EE.UU., un aliado clave.
La situación se complica aún más con el reciente acuerdo de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la visita a Buenos Aires del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien reafirmará el apoyo de EE.UU. a las reformas económicas del presidente argentino, Javier Milei. En definitiva, el futuro comercial de Argentina y su relación con Estados Unidos depende de varios factores, y la respuesta a los nuevos aranceles podría definir la ruta a seguir en los próximos meses.




