Donald Trump ordenó la salida de Estados Unidos de la UNESCO. Esta es la segunda vez que lo hace durante sus mandatos. El argumento central: la agencia promueve causas que no coinciden con su visión de política exterior. EE.UU. rompe con la UNESCO otra vez: Trump retira al país de la organización.
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, afirmó que la UNESCO impulsa “una agenda cultural divisiva” y que permanecer allí “va contra el interés nacional”. La medida toma fuerza con la decisión de cortar también la financiación a otros organismos de la ONU.
Trump ya había tomado la misma decisión en 2017. Su regreso al poder revive su estrategia de desvincularse de instituciones globales, como también lo hizo con la OMS y el Acuerdo de París.
Apoyo de Israel y tensiones con Palestina
Israel respaldó de inmediato la decisión estadounidense. Washington citó la inclusión de Palestina como miembro pleno en 2011 como una de las principales razones de su retiro. Según el Departamento de Estado, esa admisión alimentó una “retórica antiisraelí” dentro de la organización.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, lamentó el anuncio, pero dijo que lo esperaban. “Nos preparamos para este escenario”, aseguró. Destacó que la agencia había diversificado su financiación desde 2018 y que solo el 8% del presupuesto venía de EE. UU.
Azoulay subrayó que la relación con Israel se había fortalecido en los últimos años y que la organización mantiene proyectos clave como la educación sobre el Holocausto y la lucha contra el antisemitismo.
¿Qué hace la UNESCO y por qué importa esta salida?
La UNESCO fue creada en 1945 para promover la paz mediante la cooperación cultural, educativa y científica. Designa sitios Patrimonio de la Humanidad y lidera esfuerzos en temas como la libertad de prensa, el acceso a la educación y la protección del patrimonio mundial.
Estados Unidos ya se había retirado bajo el gobierno de Ronald Reagan en 1984, volvió en 2003 con George W. Bush, y se fue otra vez con Trump en 2017. Biden reincorporó al país en 2023, con un plan de pago por deudas pasadas.
Ahora, con Trump de nuevo al mando, EE. UU. se marcha otra vez. La salida será efectiva a finales de 2026. El impacto político es profundo. Aunque la UNESCO puede seguir operando sin EE. UU., su ausencia reduce la influencia estadounidense en decisiones culturales globales.
Trump rompe con la UNESCO. EE. UU. se aleja de la ONU. El mundo observa el nuevo aislamiento de Washington. La cultura y la educación globales pierden a un actor clave.
