El juicio relacionado con la muerte de George Floyd se reabrió en una corte federal de Minneapolis. El exoficial de policía Derek Chauvin, condenado por el asesinato de Floyd en 2020, enfrenta ahora cargos federales por violación de los derechos civiles de la víctima. La familia de Floyd ha solicitado una sentencia más severa, argumentando que su muerte no solo fue un crimen de violencia policial, sino una clara violación de sus derechos constitucionales.
El juicio se centra en las acciones de Chauvin durante el arresto de Floyd, un caso que provocó protestas masivas contra el racismo y la brutalidad policial en todo el mundo. Los fiscales buscan demostrar que Chauvin actuó con malicia y desdén por la vida humana, mientras que la defensa sostiene que el exagente actuó dentro de los parámetros legales.
La decisión sobre las nuevas condenas podría afectar el enfoque de la justicia penal en Estados Unidos, particularmente en lo relacionado con la conducta de la policía y el uso de la fuerza en contextos similares. Las implicaciones son profundas, tanto para el sistema judicial como para las políticas públicas de reforma policial.




