Despliegue sin precedentes frente a Venezuela
El portaviones USS Gerald R. Ford opera ahora en el Caribe bajo órdenes del Comando Sur.
La Marina de EE. UU. anunció la misión contra el narcotráfico y el “narcoterrorismo”.
La nave partió del Mediterráneo y cruzó el estrecho de Gibraltar el 3 de noviembre.
Su llegada marca un despliegue de gran escala en aguas próximas a Venezuela.
Un mensaje estratégico, según expertos
Para Alejandro Corbacho, experto en seguridad, Estados Unidos reclama su predominio regional.
“Está ejerciendo la máxima presión con su fuerza militar”, dijo Corbacho en entrevista.
Corbacho añadió que Washington busca disuadir y enviar un mensaje político claro.
Desde la perspectiva del régimen, el despliegue obliga a la movilización y la retórica.
Capacidades del grupo de ataque
El Gerald R. Ford mide 333 metros de eslora y usa propulsión nuclear.
La nave navega acompañada por destructores con capacidad antimisiles y apoyo aéreo.
Esa combinación convierte al grupo en una plataforma de proyección estratégica y disuasión.
Contexto legal y político
La administración Trump acusa a Nicolás Maduro de dirigir el Cartel de los Soles.
Washington declaró al supuesto cartel como organización terrorista internacional.
La Casa Blanca ofrece 50 millones de dólares por información que conduzca a Maduro.
También fijó recompensas por Cabello y Padrino López, por montos menores.
¿Operación naval o presión psicológica?
Corbacho señaló que la presencia del portaviones puede combinar acciones militares y psicológicas.
El experto cree que el despliegue busca presionar al régimen y mostrar capacidad de respuesta.
Analistas advierten que la maniobra aumenta la tensión regional y complica la diplomacia.
Balance y riesgos
El Ejecutivo estadounidense defiende la acción como lucha contra el crimen transnacional.
Críticos temen que la táctica genere escaladas y afecte a la población civil.
El futuro inmediato dependerá de la respuesta de Caracas y de las decisiones de Washington.



