Erika Rodríguez, docente.
Erika Rodríguez, con 12 años de experiencia en la docencia en el colegio San Simón y el Liceo Nacional, ha demostrado cómo el amor puede transformar vidas. Para ella, enseñar es el regalo más hermoso que le ha dado la vida, y considera que la docencia es una de las profesiones más retadoras y comprometidas, pues implica forjar, colaborar, acompañar y orientar a los estudiantes.
Experiencia
Su primera experiencia fue con estudiantes de 11 en el colegio San Simón, quienes enfrentan problemas de disciplina y riesgo de perder el año académico. Sin embargo, gracias a su amor y trabajo con los padres, lograron graduarse. Actualmente, Erika es docente en articulación de contabilidad con el SENA en el Liceo Nacional, donde dicta clases a adolescentes de grados décimo y once. Su objetivo es motivar a las estudiantes de grados menores a decidir sobre el técnico que desean estudiar. Realiza diversas actividades, como expomodalidades, para mostrar a las niñas de noveno las ventajas y oportunidades que ofrece la institución educativa en términos de especialidades y profundizaciones.
Dedicación
Erika considera que la docencia va más allá de impartir conocimientos, es una vocación y pasión que la motiva a corregir y guiar a sus alumnas con cariño y dedicación. Para ella, la educación es un trabajo en equipo donde están involucrados la institución, los padres de familia y las estudiantes, y su labor como docente es fundamental para orientar a las jóvenes en la construcción de su proyecto de vida. Su compromiso con la educación va más allá del aula, buscando impactar positivamente en la vida de sus estudiantes y en la sociedad en general.
