“Hay Dios mío…hay Dios mío” expresaba don Eduardo Martínez tras ser atacado, al parecer por varios perros cuando caminaba por la vía Quintero perteneciente al municipio de Caloto, norte del Cauca. Tras la agresión cometida por los caninos, el ciudadano fue auxiliado por los organismos de socorro, quienes le brindaron los primeros auxilios y lo trasladaron hasta un centro asistencial donde los médicos de turno lo sometieron a tratamiento especializado.
Uno de los socorristas confirmó que, debido a la arremetida, los animales le destrozaron en un 90 por ciento uno de sus brazos. “El ataque fue salvaje, los furiosos perros le despellejaron un miembro superior. Además, el señor Eduardo presentaba mordeduras en otras partes del cuerpo como pecho y piernas. Su estado de salud, según los especialistas es crítico”.
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El caso fue puesto en conocimiento ante las autoridades de la zona, quienes ahora adelantan todas las investigaciones necesarias para lograr dar con el dueño de los salvajes caninos y de esta manera responda ante la ley por los daños causados. Cabe señalar que los dueños de los perros son los primeros responsables de lo que haga el animal y de las consecuencias de sus actos en la sociedad.
Uno de los uniformados explicó: “El Código Policial estableció que los caninos considerados como razas peligrosas deben llevar correa y bozal en espacios públicos. Por tal razón, si el perro no cumple con ambos requisitos y muerde a alguien, el propietario puede ser multado conforme a la ley. También debe costear el traslado de la persona al centro de salud, así como toda la atención médica que necesite”.
El policial agrego “además, la víctima tendrá el derecho de solicitar ante organismos públicos una indemnización por las lesiones producidas por la mordedura. Incluso, si las heridas son graves y superan los 80 días de incapacidad, la víctima puede denunciar el hecho e iniciar un proceso legal”.
