En una operación clave para la seguridad regional, la Policía Nacional de Ecuador decomisó un «significativo cargamento» de material explosivo que tenía como destino Colombia, donde se presume sería utilizado para perpetrar actos terroristas. El hallazgo, realizado el domingo 24 de agosto de 2025, ocurre en medio de una de las peores olas de violencia que ha vivido el país vecino en la última década.
Según las autoridades ecuatorianas, el operativo tuvo lugar en la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia. Allí se interceptó un camión proveniente de la provincia costera de El Oro, en el sur del país, que transportaba 3.750 cartuchos de emulsión explosiva y 250.000 metros de cordón detonante. Dos ciudadanos ecuatorianos fueron arrestados en el procedimiento.
“Identificamos material explosivo que pretendía ser utilizado para la ejecución de actos terroristas en Colombia”, señaló la policía ecuatoriana a través de la red social X (antes Twitter).
Colombia: crisis de seguridad se agudiza
La incautación ocurre apenas días después de dos ataques coordinados en Colombia que dejaron un saldo trágico de 19 muertos y más de 60 heridos, entre civiles y miembros de la fuerza pública.
El primero fue un atentado con camión bomba frente a la escuela de aviación militar en Cali, que cobró la vida de seis civiles e hirió a decenas. El segundo ocurrió en el departamento de Antioquia, donde un helicóptero policial fue derribado presuntamente con un dron y disparos de fusil, provocando la muerte de 13 agentes.
Las autoridades colombianas atribuyen ambos ataques a disidencias de las FARC, en particular al Frente Jaime Martínez, adscrito al llamado Estado Mayor Central (EMC), una de las agrupaciones más activas que rechazó el proceso de paz de 2016.
El Ministerio Público colombiano ya imputó cargos a dos miembros de ese frente como presuntos responsables del ataque en Cali.
Creciente amenaza transnacional
La incautación en Ecuador evidencia una creciente cooperación y logística transfronteriza entre redes criminales de la región. La ruta desde Perú hacia Colombia a través de Ecuador plantea serias preocupaciones para las autoridades, dada la posible expansión del accionar de grupos armados ilegales que operan más allá de las fronteras.
En este contexto, los gobiernos de Ecuador y Colombia podrían verse presionados a reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad, inteligencia e interdicción, ante la amenaza de una mayor desestabilización en la región andina.




