Ecosistema bajo amenaza

Las representantes respaldan la asignación de 222 hectáreas en el proyecto de Miraflores.
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El Páramo de Miraflores, considerado uno de los ecosistemas estratégicos para la provisión de agua en el centro del Huila, vuelve a ser protagonista de la agenda política. Este martes 17 de septiembre, las representantes a la Cámara Flora Perdomo y Leyla Rincón liderarán un debate de control político en la Comisión Quinta, con el objetivo de esclarecer las decisiones que llevaron a la entrega de 222 hectáreas en esta zona de reserva ambiental.

La polémica surge porque el páramo, además de ser fuente hídrica, es hábitat de especies únicas y cumple una función esencial en la regulación climática. La preocupación de Perdomo y Rincón apunta a que decisiones apresuradas en la adjudicación de tierras pueden comprometer la sostenibilidad del territorio.

Voces enfrentadas

Al debate fueron citados actores claves: la ministra de Ambiente (E), Irene Vélez; la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; el director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman; y el director del CAM, Camilo Agudelo. Todos deberán responder sobre las implicaciones legales, ambientales y sociales de esta entrega.

Flora Perdomo fue contundente: “El Páramo de Miraflores es una zona de reserva estratégica. Allí nace parte de nuestra agua y no puede ponerse en riesgo por decisiones apresuradas”. Por su parte, Leyla Rincón insistió en que “la urgencia social no puede justificar actuaciones que amenacen un ecosistema fundamental para cientos de familias huilenses”.

Reforma agraria

El debate pone en tensión dos agendas del gobierno: la promesa de una reforma agraria que entregue tierras a campesinos sin predios y la necesidad de garantizar la protección ambiental. Mientras se habla de justicia social, las comunidades temen que la improvisación termine sacrificando un ecosistema irremplazable.

La crítica de las congresistas recae, precisamente, en la falta de planeación: entregar tierras en un páramo sin definir medidas de sostenibilidad no solo vulnera las normas ambientales, sino que abre la puerta a conflictos entre productores y ambientalistas.

Polémica

La defensa del Páramo de Miraflores trasciende un simple trámite político. Lo que está en juego es la coherencia de un Estado que por un lado promueve pactos ambientales y por otro avala adjudicaciones en zonas de reserva. La voz de Perdomo y Rincón refleja una preocupación legítima, pero también desnuda las contradicciones internas del gobierno frente al equilibrio entre desarrollo rural y conservación.

Si el debate no arroja respuestas claras, quedará la sensación de que se privilegia la urgencia política sobre la sostenibilidad ambiental. En el Huila, donde el agua es un recurso cada vez más vulnerable, Miraflores no admite titubeos: protegerlo es un deber, no una opción.


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