La noche en El Campín volvió a teñirse de frustración para Independiente Santa Fe. El conjunto cardenal sufrió una inesperada derrota 1-3 ante Llaneros por la jornada 15 del torneo Clausura, un resultado que profundiza la crisis deportiva que vive el club bogotano desde la salida del técnico uruguayo Jorge Bava. El equipo parece haber perdido el rumbo, y el rendimiento en casa preocupa tanto a la afición como a la dirigencia.
El partido inició con un Santa Fe que intentó imponer condiciones desde la posesión, pero la visita sorprendió con eficacia. A los 29 minutos, Francisco Meza adelantó a Llaneros con un cabezazo certero tras una jugada de pelota quieta. Aunque los capitalinos reaccionaron con el empate de Christian Marrugo al minuto 42, el impulso duró poco. Antes del descanso, Luis Fernando Miranda volvió a poner arriba a los visitantes al 45+2’, silenciando las gradas del estadio.
En la segunda parte, Santa Fe mantuvo el dominio del balón pero sin claridad en los últimos metros. Llaneros, en cambio, fue pragmático y contundente. Al minuto 69, Carlos Cortés Barriero selló el 1-3 definitivo, aprovechando los espacios dejados por una defensa cardenal que se mostró desorganizada y vulnerable. La desesperación se apoderó de los locales, que pese a su insistencia, no lograron descontar.
Las estadísticas reflejan la frustración de un Santa Fe que tuvo más pero logró menos. El equipo bogotano realizó 20 remates, de los cuales 8 fueron al arco, frente a los 11 disparos y 4 al arco de Llaneros. En posesión, los rojos dominaron con un 63%, completando 479 pases con un 83% de precisión, pero la eficacia fue el punto débil. Llaneros, con apenas el 37% de posesión, supo transformar sus oportunidades en goles.
En cuanto al comportamiento táctico, ambos equipos cometieron 10 faltas, aunque Llaneros recibió 2 tarjetas amarillas frente a 1 de Santa Fe. No hubo expulsados, pero la tensión se sintió en la cancha. Otro dato revelador es que los bogotanos ejecutaron 10 tiros de esquina, mientras que la visita solo 2, lo que demuestra que el conjunto capitalino insistió por todos los medios sin encontrar recompensa.
Desde la salida de Jorge Bava, Santa Fe ha mostrado una preocupante falta de identidad y contundencia. El equipo, que en otras jornadas se destacaba por su orden y efectividad, hoy luce desconectado y sin una idea clara de juego. Los aficionados han comenzado a perder la paciencia, especialmente porque el club ha cedido puntos importantes en su propio estadio, un bastión que se ha convertido en terreno fértil para sus rivales.
Con esta derrota, el panorama cardenal se complica de cara a la clasificación. Los próximos compromisos serán decisivos para intentar recomponer el camino y evitar que la crisis se profundice. En Bogotá, la pregunta que ronda es si el equipo podrá reencontrarse con su mejor versión o si la ausencia de un líder como Bava seguirá pesando en el rendimiento de una plantilla que no logra reaccionar.




