Alejandra Castillo fue víctima de delincuentes que arribaron en su vivienda a altas horas de la noche, sigilosamente se llevaron dinero, celulares y un computador.
Hechos
Según la mujer afectada, el hurto a su vivienda ocurrió el 24 de mayo, a altas horas de la noche, cuando ella se encontraba descansando con sus dos hijos pequeños.
Alejandra, afirmó que no sintió cuando ingresaron los delincuentes a su casa, que no escuchó ningún tipo de ruido, se dio cuenta del robo en horas de la mañana del día siguiente 25 de mayo.
Cuando Castillo despertó y se levantó de su cama, vio un panorama angustiante, toda su ropa estaba revolcada, los armarios estaban abiertos y con todo fuera de ellos.
Angustia
En el momento de ver su casa en caos total, sintió angustia y no entendía lo que había sucedido, luego de tratar de comprender porque su humilde vivienda estaba con todo fuera de lugar, empezó a revisar qué objetos le faltaban.
En ese momento, se dio cuenta que su bolso no estaba, los teléfonos celulares tampoco y el portátil de su hija que usaba para estudiar tampoco estaba en la casa, al percatarse de esto, la mujer entró en pánico y quedó perpleja ya que según manifestó, los teléfonos estaban muy cerca de su almohada.
Por este motivo Alejandra Castillo asumió que los delincuentes que ingresaron a su vivienda le indujeron alguna sustancia química para dejarla inconsciente, y que de esta manera ni ella, ni sus hijos se despertaran mientras hurtaban sus pertenecías.
Llamado
La víctima hizo un llamado a las autoridades de San José Guaviare, puesto que según dijo, este tipo de hurtos no se veían en épocas anteriores, y con su amarga experiencia podía dar fe de la ola de inseguridad que está viviendo el municipio.
Además mencionó que en las calles debería haber más presencia de uniformados para alejar a los delincuentes de los barrios.
Afectaciones
Alejandra no solo perdió unas cuantas cosas materiales, sino que perdió el fruto de su trabajo y esfuerzo ya que el computador le servía a su hija pequeña para el colegio, además aseguró que en la mañana del 25 de mayo se sintió enferma y con molestias esto debido a la supuesta sustancia que le dieron los delincuentes.
Cuando Castillo despertó y se levantó de su cama, vio un panorama angustiante, toda su ropa estaba revolcada, los armarios estaban abiertos y sus objetos de valor no estaban.




