
Imagen: Majid Asgaripour/WANA/REUTERS
La presión creciente deja al régimen de Teherán más aislado a nivel internacional, mientras que las sanciones internacionales afectan principalmente a los iraníes comunes.
Irán se enfrenta nuevamente a devastadoras sanciones internacionales en términos de comercio de armas, exportaciones petroleras, banca internacional y otros temas. El pacto que se firmó entre Irán, por un lado, y Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Rusia y China, además de la Unión Europea, por el otro lado, le ofrecía a Teherán una mejora económica si detenía su programa nuclear.
Aunque los otros participantes se esforzaron por salvar el acuerdo y conservar el alivio de las sanciones, Estados Unidos lo abandonó unilateralmente en 2018 y restableció restricciones bajo la administración de Donald Trump.
No obstante, el mecanismo de restablecimiento de sanciones («snapback») fue activado en agosto de este año por Alemania, Francia y el Reino Unido. Esas tres naciones acusan a Irán de no respetar los términos del acuerdo: continuó produciendo un exceso de uranio enriquecido, no brindó acceso adecuado a los inspectores internacionales y no mantuvo las «negociaciones directas e incondicionales» con Estados Unidos.




