Alianza sufrió un duro revés en condición de local al caer 0-1 frente a Junior de Barranquilla por la jornada 15 del torneo Clausura. El equipo dirigido por Hubert Bodhert dominó gran parte del compromiso, generó más opciones de gol y manejó la posesión, pero la falta de efectividad en el último tercio del campo terminó pasándole factura. A pesar de la derrota, los petroleros aún conservan posibilidades matemáticas de ingresar al grupo de los ocho, aunque el margen de error se reduce cada vez más.
El encuentro tuvo un desarrollo intenso desde los primeros minutos. Alianza intentó imponer condiciones en su estadio, con un juego basado en la circulación del balón y la amplitud por los costados. Sin embargo, la visita fue más certera: al minuto 49, Edwin Herrera convirtió desde el punto penal el único tanto del partido, dándole la ventaja al conjunto barranquillero. A partir de ese momento, los dirigidos por Bodhert adelantaron sus líneas, pero sin encontrar claridad frente al arco rival.
En términos de propuesta, Hubert Bodhert apostó por un equipo ofensivo, con presencia constante en campo contrario. No obstante, la falta de contundencia volvió a ser el punto débil. Alianza registró 15 remates totales, de los cuales 3 fueron al arco, mientras que Junior solo generó 6 disparos y 2 a portería, logrando capitalizar uno de ellos. La efectividad fue el factor que marcó la diferencia en un partido donde el local hizo más méritos pero no tuvo premio.
Las estadísticas reflejan la superioridad del conjunto vallenato en la construcción del juego. Alianza dominó la posesión con un 61%, completó 408 pases con una precisión del 81%, y controló los tiempos del encuentro. En contraste, Junior apenas tuvo el 39% de posesión, con 270 pases y 72% de acierto. Sin embargo, la visita supo resistir y aprovechar su oportunidad más clara, algo que los petroleros no lograron hacer pese a su dominio.
El partido también fue intenso en el aspecto físico. Alianza cometió 13 faltas y recibió 5 tarjetas amarillas, mientras que Junior acumuló 16 faltas y 4 amonestaciones. El equipo local intentó presionar alto y buscar el gol mediante jugadas de pelota quieta, consiguiendo 6 tiros de esquina, frente a 0 del rival, pero la defensa barranquillera se mostró sólida y despejó cualquier intento de peligro.
Tras el pitazo final, la sensación en el plantel de Bodhert fue de frustración. El entrenador cartagenero valoró el esfuerzo de sus dirigidos, pero reconoció que el equipo debe mejorar la definición para poder traducir su superioridad en resultados. Con esta caída, Alianza pierde terreno, pero aún tiene esperanzas matemáticas de clasificar, siempre y cuando encadene una buena racha en las fechas restantes.
El panorama no es alentador, pero tampoco definitivo. Alianza ha mostrado fútbol, orden y ambición, y bajo la conducción de Hubert Bodhert mantiene la fe intacta. Si logra afinar la puntería y sostener el nivel mostrado en casa, el equipo podría dar la sorpresa en el cierre del campeonato. La derrota duele, pero la lucha por meterse entre los ocho sigue viva para el conjunto petrolero.
