Drogadicción amenaza familias de Aipe

El líder social Sayid Medina Gutiérrez denuncia el aumento del microtráfico en Aipe, alertando sobre la inacción de autoridades y el riesgo que enfrentan los jóvenes en el sector Torres de La Diferencia.
El líder social Sayid Medina Gutiérrez denuncia el aumento del microtráfico en Aipe, alertando sobre la inacción de autoridades y el riesgo que enfrentan los jóvenes en el sector Torres de La Diferencia.
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El líder social Sayid Medina Gutiérrez denunció a través de sus redes sociales la preocupante proliferación de una red de microtráfico en el sector de las Torres de La Diferencia, en Aipe. Según el activista, el lugar funciona como un “mini-cartucho”, abastecido desde Neiva y Bogotá, donde consumidores y expendedores imponen un clima de miedo y desorden. Medina asegura que incluso un funcionario de la administración municipal convive con esta problemática sin tomar medidas, lo que agrava la inseguridad y la impunidad.

Medina Gutiérrez expresó su indignación ante lo que considera una gestión municipal insuficiente y superficial frente a los jóvenes del municipio. La comunidad, por su parte, reclama la intervención inmediata de las autoridades para controlar el expendio de estupefacientes y proteger a las familias afectadas.

“Este es un foco que crece día a día, y la inacción de algunos funcionarios permite que se consolide un corredor de drogas desde Bogotá hasta nuestro municipio”, advirtió.

Falta de autoridades

Irónicamente, en el mismo conjunto habitacional reside el secretario de gobierno municipal, Jairo Garzón Conde, quien, según testimonios locales, se ha mostrado indiferente ante la situación.

La denuncia también cuestiona la efectividad de la Policía local, cuyo relevo constante de comandantes ha impedido mantener operativos sostenidos en la zona. La percepción de la comunidad es que las autoridades, tanto municipales como policiales, actúan de manera superficial, dejando la seguridad de los vecinos en manos de un mercado ilegal cada vez más organizado.

Medina resaltó que, aunque algunos padres han tomado medidas para proteger a sus hijos, la presencia de jíbaros y expendios en un lugar tan visible representa un riesgo directo para los jóvenes y un desafío para la convivencia. Según el líder social, el problema no solo radica en la venta de drogas, sino en la falta de programas de rehabilitación y prevención que atiendan a quienes ya se encuentran en situación de consumo.

Gestión deficiente

La crítica se extiende a las autoridades, cuya política hacia los jóvenes se percibe como decorativa y poco efectiva. “Los recursos se gastan en recreación y eventos que no atacan la raíz del problema; necesitamos acciones contundentes, programas de rehabilitación y control efectivo de los expendios”, indicó Medina. El activista hace un llamado a concejales, funcionarios y comunidad para actuar de manera inmediata y evitar que la situación derive en tragedias.

La denuncia pone sobre la mesa una realidad que inquieta a los habitantes de Aipe: mientras algunos funcionarios observan pasivos, una generación de jóvenes enfrenta un riesgo latente, y la comunidad exige resultados más allá de simples títulos y reconocimientos públicos.


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