Hasta dicho lugar se desplazaron integrantes de actos urgentes de la Sijin con el objetivo de llevar a cabo la inspección del sitio y cadáveres. Uno de los investigadores confirmó que se trataba de dos mujeres las cuales no portaban ningún documento para establecer sus nombres. El perito señaló que una de ellas vestía blusa blanca, jean azul y zapatillas blancas, entre tanto la otra víctima tenía una blusa blanca, pantalón estilo camuflado y zapatillas blancas.
Además, se pudo comprobar que ambos cuerpos presentaban heridas a la altura de la cabeza con afectaciones en la región occipital y parietal. Terminadas las labores, las fallecidas fueron conducidas hasta las instalaciones de la morgue, y dejados a disposición de los laboratorios de genética del Instituto Nacional de Medicina Legal con sede en Santander de Quilichao, donde los expertos forenses a través de la tipificación molecular y el cotejo de perfiles genéticos lograran establecer la plena identidad de las víctimas y las causas de su muerte.
En medio de todas las diligencias de rigor se pudo conocer que se trataba de Tatiana Trujillo y Erika Julio. Los allegados hicieron todos los trámites ante la fiscalía general para reclamar los restos mortales y llevarlos hasta sus lugares de origen. Entre tanto, hasta el momento se desconocen los motivos o razones por las cuales fueron asesinadas.

