Una real tragedia está viviendo en estos momentos la familia Castillo Torres por la pérdida de dos integrantes de su hogar.
Hechos
Todo parecía transcurrir en normalidad en esta familia tradicional del municipio de Moniquirá, donde el trabajo y el compartir era el pan de cada día.
Pero aquella tarde los hermanos Antonio José y Arismendy tomaron la motocicleta de la casa para ir a hacer unos quehaceres al municipio vecino.
Fue así como tomaron la vía principal que comunica Moniquirá con Barbosa, Santander, sin presentir la peor de las tragedias, ya que había estado lloviendo muy fuerte y el pavimento estaba mojado.
Según indicaron las autoridades alrededor de las cinco de la tarde en la vía Barbosa – Moniquirá unos kilómetros más atrás del Puente de la Libertad, los jóvenes se resbalaron de la moto y terminaron chocando contra un camión de platón que se dirigía en sentido contrario a los motociclistas.
Muerte
Infortunadamente por el fuerte golpe los dos jóvenes terminaron en el suelo en medio de un charco de sangre.
Al poco tiempo, llegó la Policía de carreteras para atender la emergencia en medio de la lluvia, quienes se pudieron percatar que infortunadamente los dos moteros se encontraban sin signos vitales.
Las autoridades no tuvieron más remedio que poner una sábana encima de la humanidad de los jóvenes, mientras que llegaba el cuerpo de la Fiscalía para realizar el respectivo levantamiento de cadáver.
Juiciosos
Ante este lamentable hecho, la comunidad de Moniquirá, especialmente el sector La Laja, donde vivían las víctimas mortales, se encuentra consternada por el hecho, indicando que era unas personas muy queridas por la comunidad.
Antonio José se encontraba terminando el bachillerato, mientras que el joven Arismendy trabajaba en un restaurante de Moniquirá para apoyarse con sus gastos y los de su familia.
“Los hermanos Castillo Torres siempre se destacaban por su humildad y sencillez, eran muy trabajadores y muy entregados a su familia. Ellos desde pequeños se destacaron por su gran personalidad y ayuda para con los demás. Eran muy queridos en Moniquirá por sus amigos y siempre se les veía muy alegres por las calles después de salir de sus trabajos. Dejan un gran vacío en sus familiares y amigos y en la comunidad Moniquireña, Dios los tenga en su santa gloria”, indicó una de las allegadas a la familia.
